Armando Francisco María de Charbonnel nació en el castillo Flachat, cercano a Monistrol-sur-Loire, Francia, el 1° de diciembre de 1802. Estudió en los colegios de  Montbrisson y Annonay, en Ardèche, y posteriormente en el seminario de Saint-Sulpice, París. Recibió el sacerdocio el 17 de diciembre de 1825 e ingresó a los Sulpicianos en 1826. Fue profesor en los seminarios de Lyon (1826-1833), Versalles y Bordeaux (1834-1839). En 1839 salió rumbo a América y trabajó como sacerdote asistente en la parroquia de Notre-Dame, en Montreal hasta 1847. En 1841 pasó algunos meses en Baltimore estudiando inglés. Durante ese período se rehusó a convertirse en obispo y logró reputación como predicador. Volvió a Francia en 1847, después de un tiempo enfermo de tifo. Posteriormente enseñó filosofía en el seminario de Aix-en-Provence, donde se encontraba al ser nombrado Obispo de Toronto, a principios de 1850. El Papa Pío IX lo ordenó Obispo en la Capilla Sistina el 26 de marzo.

En ese entonces la diócesis contaba con cerca de 80,000 católicos, en su mayoría irlandeses, y 28 sacerdotes diocesanos. El Obispo Charbonnel se dedicó a ordenar la administración financiera. Mandó construir 23 iglesias, incrementó el número de sacerdotes, tanto religiosos como diocesanos, fundó varias instituciones de asistencia, construyó escuelas y fundó periódicos católicos.  En 1856 tuvo éxito en que se dividiera la diócesis en dos, creando las diócesis de Hamilton y London. A partir de 1856 se dedicó a convencer a Roma que no era del agrado del clero y católicos influyentes, por la diferencia lingüística y cultural entre él y su grey. Obtuvo el permiso de Roma de ausentarse de su diócesis por varios meses en el período de 1856-1858, durante el cual predicó en Francia para promover la tarea de la Propagación de la Fe. En 1859 logró que asignaran al Padre J.J. Lynch, de origen irlandés, como su coadjutor. Renunció el 26 de abril de 1860 y se retiró al monasterio Capuchino de Rieti en Italia. Habiendo terminado su noviciado, volvió a Francia y fue uno de los auxiliares del arzobispo de Lyon. Falleció en el monasterio Capuchino de Crest, en la diócesis de Valence, el 29 de marzo de 1891.

Relaciones con los Oblatos
El Obispo Ignacio Bourget de Montreal había escrito al Obispo de Mazenod el 14 de marzo de 1849, solicitando su intervención con Roma para nombrar cuanto antes un Obispo para la sede de Toronto, pues había estado vacante desde la muerte del Obispo Miguel Power el 1° de octubre de 1847. El 6 de abril de 1849, el Obispo de Mazenod envió una carta al  Cardenal Antonelli, Secretario de Estado del Papa Pío IX. Él mencionó que el Padre Larkin, Jesuita de Nueva York, seguía rehusándose a convertirse en Obispo y que se nombrarían a un par de clérigos propuestos por los Obispos canadienses. Ellos eran el Padre Charbonnel, Sulpiciano y el Padre McDonald, vicario general de Kingston. Subrayó que el nombramiento era urgente pues el administrador de la diócesis recién había fallecido, que había solo tres o cuatro sacerdotes en la ciudad, y puesto que la catedral tenía una gran deuda, era sujeta de venta a los protestantes. El Papa se encontraba entonces en Gaeta, habiendo huido de la ciudad de Roma durante la revolución de 1848. No fue sino hasta el mes de abril de 1850 que la Congregación de la Propaganda Fide envió los documentos al Obispo de Marsella para la institución canónica del Obispo Charbonnel y su designación como obispo de Toronto. El Obispo de Mazenod informó de inmediato al Obispo recién electo, quien se encontraba en Aix, invitándole a ir y recibir los documentos, a arreglar su ordenación como obispo y viajar lo antes posible a Toronto. El 18 de abril escribió a Monseñor Barnabò y al Cardenal Franzoni en Propaganda, informándoles que había hecho llegar el mensaje solicitado y que el Padre Charbonnel “aún tenía esperanza de ser dispensado de la gran carga que había sido colocada sobre sus hombros”.

El obispo llegó a Toronto el 21 de septiembre de 1850, dándose cuenta de inmediato que había una necesidad urgente de sacerdotes. Escribió al Obispo de Mazenod el 25 de septiembre, diciendo que había escuchado que tres Oblatos habían llegado recientemente de Francia para la diócesis de Buffalo, sin que les fuera posible establecerse ahí. Solicitó fueran enviados a su diócesis, dos a Hamilton y uno a London. Después escribió a los Oblatos en Bytown el 2 de octubre, y al Padre Paré en Montreal, el 24 de octubre, diciéndoles que tenía vacantes para cerca de doce Oblatos, a quienes colocaría en dos parroquias diferentes. El Padre Eduardo Chevalier fue a Toronto y dijo al Obispo que vendrían a la diócesis, en caso de que no se pudiera concretar un acuerdo con el Obispo Juan Timon respecto a las condiciones para una fundación en Buffalo. El Obispo Charbonnel entonces solicitó al Obispo Timon renunciar a su derecho a los misioneros. Su solicitud fue concedida, según una carta escrita por el Obispo Guigues el 19 de diciembre. Habiéndose enterado de dichas negociaciones, el Obispo de Mazenod escribió al Obispo  Guigues el 10 de enero de 1851, solicitando enviar los Padres Pedro Julián Amisse y Ricardo Molony a Toronto de inmediato y que serían seguidos en breve por un tercer sacerdote y un Hermano.

El Obispo Guigues no tenía prisa por seguir las instrucciones recibidas. Comenzó pidiendo información del tipo de trabajo que se encomendaría a los Oblatos, diciendo que todos ellos estaban con agenda completa hasta la Pascua, que la decisión sería tomada por el Padre Tempier que tenía una visita canónica programada a los Oblatos en Canadá para el verano de 1851, y finalmente que en el Capítulo General de 1850 se había decidido no establecer ninguna fundación, excepto donde algunos pudieran ser empleados, para formar una comunidad. Durante su visita a Canadá, el Padre Tempier decidió enviar Oblatos a la diócesis de Toronto, pero el Padre Jacobo Santoni, recién designado Provincial de Canadá, no estuvo de acuerdo y envió a los Oblatos a Buffalo.

Desilusionado, el Obispo Charbonnel escribió a la Congregación de Propaganda Fide el 18 de mayo de 1852, diciendo que había esperado tener Capuchinos, Maristas y Oblatos, pero nadie había venido. Lo último que se menciona es que habían “solicitado condiciones que eran inaceptables.”. En una carta del 26 de julio siguiente, el Obispo de Mazenod expresaba sentir que “aparentemente habían aparecido obstáculos insalvables al adoptar como cooperadores en su ministerio apostólico a los hijos legítimos de mi familia”. Le llamó la atención por aceptar con demasiada facilidad en su diócesis a algunos Oblatos que habían salido de la Congregación.

En 1855, el Obispo Charbonnel nuevamente sugirió que los Oblatos hicieran una fundación en su diócesis. En esa ocasión el Padre Santoni parecía estar de acuerdo, pero expresó el deseo de que los Oblatos fueran los propietarios del lugar en cuestión. No hubo seguimiento al tema. Además, en 1855, el Obispo ya no necesitaba tanto a los Oblatos; había mencionado que la diócesis contaba ya con 42 nuevos sacerdotes y que había 40 candidatos estudiando para el sacerdocio.

Entre 1850 y 1860, a menudo el Obispo Charbonnel tuvo ocasión de estar en contacto con los Oblatos, en especial con el Obispo Guigues en Bytown. En el verano de 1850 escribió al Sr. Barclay, Gobernador de la Compañía de la Bahía Hudson, reprobando que su compañía hubiera negado el permiso a los Oblatos de tener un lugar permanente donde vivir en sus puestos de intercambio. De 1851 a 1856 luchó junto con el Obispo Guigues para obtener escuelas católicas separadas al norte de Canadá. En 1852 admitió ante el Obispo Guigues no estar a favor de afiliar el colegio en Bytown a la Universidad de Toronto, pues esta última era “un instituto de protestantismo e indiferencia.” Más adelante intercedió con el gobierno para obtener una subvención para el colegio en Bytown. En 1853 alentó al Obispo Guigues a establecer la Sociedad para la Propagación de la Fe en su diócesis. En 1856, el Obispo Guigues consultó al Obispo de Toronto en cuanto al acuerdo que deseaba firmar con los Oblatos en relación a sus respectivas propiedades en Bytown.

Yvon Beaudoin, o.m.i.