Nacimiento en Brillon (Nord), Francia, Enero 17, 1822
Toma de hábito en Nancy, Noviembre 20, 1847
Oblación en Nancy, Noviembre 21, 1848 (No.225)
Ordenación sacerdotal en Marsella, Octubre 14, 1849
Ordenación Episcopal: Victoria, Canadá, Octubre 9, 1864
Muerte en New Westminster, Junio 3, 1890.

 

Luis D’Herbomez nació en Brillon, diócesis de Cambrai, Francia, el 17 de enero de 1822. Sus padres fueron Luis D’Herbomez, cerrajero y herrero y María Alejandrina  Bricquet. Habiendo estudiado en los semanarios menor y mayor en su diócesis, comenzó su noviciado en Nancy el 20 de noviembre 1847 y tomó votos en el lugar el 21 de noviembre de 1848. En un reporte acerca de los novicios de junio del 1848, el Padre Jacobo Santoni escribió: “Es un joven lleno de buenas cualidades. No exagero al decir que es un santo: piadoso, caritativo, humilde, obediente, totalmente dedicado, apegado a su vocación, muy sólido, bendecido con buena salud y fuerza casi herculina. ¡Qué buen candidato para nuestras misiones en América o Asia! Creo que su lugar es ahí. Puede no tener un gran talento pero sin embargo cuenta con lo suficiente, combinado con mucho sentido común. Tendría más de haber iniciado sus estudios un poco antes. Fue herrero hasta los 18 años, cuando por consejo de un sacerdote, decidió entrar al seminario menor y luego al mayor, donde hizo un año de teología y recibió la tonsura”.

Después de un año de teología con los escolásticos en el seminario mayor de Marsella en 1848-1849, fue ordenado sacerdote por el Obispo de Mazenod el 14 de octubre de 1849. Fue enviado a Oregon inmediatamente después de su ordenación, llegando a la misión de Olympia en el estado de Washington en 1850. Al año siguiente fue a fundar la misión de  Saint Joseph en Ahtanum con los amerindios Yakima (1851-1853), regresando después a Olympia y pasando algún tiempo visitando a los amerindios en las riberas de Puget Sound. Su firma aparece en los registros de Ahtanum en 1851-1853, 1856, 1858 y de Priest Point, Washington, (1854-1857).

Fue designado visitador extraordinario (Provincial) de las misiones de Oregon y British Colombia en 1856. Estableció su residencia en Esquimalt, Vancouver Island (1857-1864). Fundó la misión de Sainte-Marie en Mission City en 1860 y estableció escuelas para los  amerindios.

Habiendo sido nombrado Obispo titular de Miletopolis y Vicario apostólico de British Colombia el 22 de diciembre de 1863, recibió la ordenación Episcopal en Victoria el 9 de octubre de 1864. El prelado ordenante fue el Arzobispo Francisco Norberto Blanchet de Oregon City. El nuevo obispo tomó posesión de su sede el 16 de octubre de 1864 y estableció su residencia en New Westminster. En 1866 fundó la misión de Williams Lake y posteriormente, en 1868, la de Stuart Lake. Asistió al Concilio Vaticano en 1870 y fue demorado en Nancy debido a la guerra Franco-Alemana.

En 1874 abrió la misión de los Kootenay en Cranbrook y posteriormente, en 1878, la misión de Kamloops. Entre 1864 y 1868 abrió 55 capillas. Durante los últimos años de su vida, fundó un hospital en New Westminster, encomendándolo al cuidado de las Hermanas de Santa Ana. También fundó una parroquia en Vancouver.

Al momento de su deceso dejó ocho establecimientos, 21 iglesias de madera o piedra, 50 oratorios donde los amerindios realizaban sus asambleas regulares de oración, el Saint Louis College que fue transferido de Victoria a New Westminster, un internado para niñas, escuelas primarias y todas las estaciones donde había misioneros y dos escuelas para indios en Mission City. Fue vicario de misión por treinta años (1858-1888).

El Obispo D’Herbomez eligió como su lema Episcopal: Si Deus pro nobis, quis contra nos (Si Dios está con nosotros, quien puede estar en contra de nosotros). En su honor, un arroyo y una montaña llevan su nombre: Saint Louis. Lake Louis en British Colombia también lleva su nombre, al igual que una isla en el río Nottaway, Quebec, y una placa en la Academia Saint Mary en Victoria perpetúa su memoria. Está sepultado en Mission City.

El autor del obituario de la publicación de Missions OMI, en 1890 escribió: “El gobierno del Obispo D’Herbomez estuvo marcado con una bondad que podría considerarse excesiva, pero que sería más correcto llamar paternal. En su administración siempre hubo tolerancia. Su sentido del deber en ocasiones sobrepasó su amor por la paz y su timidez natural y en esas circunstancias regañaba muy severamente y hablaba o escribía con la firmeza de la autoridad, pero siempre había en sus palabras o escritos el sentimiento de que provenían del corazón e incluso cuando era severo, siempre fue con un sentido de bondad y expresión de ternura… En cuanto a su amor por la Congregación, no había límites. Nunca cruzó por su mente que pudiera ser alguien o algo sin ella; incluso podía ser menos tolerante ante cualquier queja o cuestionamiento contra ella…” (pp. 389-390).

Gastón Carrière, o.m.i.