Nació en Arvieux, diócesis de Gap, el 30 de enero de 1810
Tomó el hábito en Saint-Just, el 1 de mayo de 1830
Profesó en Marsella el 1 de mayo de 1831 (nº 46)
Se ordenó en Marsella el 6 de abril de 1833
Fue expulsado en 4 de diciembre de 1836
Murió en Recoubeau, diócesis de Valence el 8 de junio de 1862

Santiago Eymar nació en Arvieux (Altos Alpes) el 30 de enero de 1810. Inició el noviciado en Saint-Just el 1 de mayo de 1830 y lo concluyó en Marsella el 1 de mayo de 1831. El Fundador escribe al padre Mille el 7 de mayo: “El primero de mayo Eymar hizo su ofrenda al Señor. Estoy muy contento de él y espero que sin dificultad se pondrá a la altura de nuestros queridos alumnos de Billens. Tendrá que ponerse a estudiar. Empezará a leer la sagrada Escritura en la lengua original; quiero deciros que tendréis a un hebraísta en vuestra academia”.

El 6 de junio el padre de Mazenod anuncia al padre Mille que acaba de expedir para Billens a los escolásticos Eymar y Azan que así se juntarán con los otros escolásticos enviados a Suiza tras la revolución de julio de 1830. Añade que Eymar “está poco ejercitado en la obediencia, y se podría temer que se sintiese tentado a mantener sus propias ideas. Me parecería que le falta esa igualdad de carácter que es tan encantadora en la convivencia. Hay que insistir en que se ejercite en el renunciamiento a su propia voluntad y en la práctica de la santa indiferencia que es la base de la vida religiosa. Necesita retomar sus estudios de recalce, usted le examinará escrupulosamente sobre ese punto aunque cueste, hay que reparar las brechas de una educación varias veces interrumpida, que forzosamente ha tenido que resentirse mucho de esa alternativa de bien y de mal…”.

Santiago Eymar volvió a Marsella con los otros escolásticos a comienzos de 1833, y fue ordenado por Mons. de Mazenod el 6 de abril. Continuó el estudio de la teología en el seminario mayor, aunque residiendo en el Calvario. En un informe de los oblatos el 20 de abril de 1834 escribe el padre Casimiro Aubert: “En cuanto al padre Eymar, es difícil decir qué progresos ha hecho, en él todo está tan embrollado que apenas se puede aclarar algo. En el fondo, lo creo bueno y bastante bien dispuesto respecto a sus deberes, pero su espíritu tiene algo de singular de lo que no será fácil corregirlo, y sus gustos y sus modales están por completo fuera de la línea común”.

Este juicio parece expresar perfectamente lo que es ese joven padre: bueno, pero original. Tras su ordenación, no quiere estudiar más. Se le manda a Aix en 1834, y ahí se singulariza, hace poco ministerio y pasa en tiempo en el locutorio con algunas devotas. El padre Courtès no lo quiere. El superior general lo envía al Calvario. Allí el joven sacerdote participa cada vez menos en la vida de comunidad, oye algunas confesiones y vive en la calle la mayor parte del tiempo. A finales de 1836 el superior del Calvario se entera de que el padre ha pedido a Roma la dispensa de los votos. El Fundador entonces convoca su consejo el 4 de diciembre. Por unanimidad se decide expulsarlo. “Su carácter extraño, su talante singular… le hacen insoportable en la casa y… le ponen fuera en ocasión de comprometer el honor de la sociedad”.

Tras su salida Eymar que da por un tiempo en Aix (Diario Mazenod, 11 de enero de 1837). En un artículo aparecido en la revista Études, el padre Pablo Dudon, sj, dice que “la miseria de su familia le forzó a dejar la orden [de los Oblatos] para hacerse párroco. Pasado algún tiempo entra con los Sacerdotes del Santo Sacramento en París, pero no persevera. Quiere ir a las misiones extranjeras. El cura de Ars le aconseja que vaya a trabajar a la diócesis de Valence que carece de sacerdotes. Va y en 1859 es nombrado párroco de Barnave en medio de una población hugonote. Allí funda la Misión de Diois. Esta obra tiene como fin construir iglesias, abrir escuelas y reconquistar para la iglesia católica las parroquias donde domina el protestantismo”. Muere en Recoubeau el 8 de junio de 1862; sacerdotes amigos y colaboradores prosiguen su obra.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.