Rafael Mazio nació en Roma el 24 de octubre de 1765. Después de entrar en el estado eclesiástico, fue maestro de ceremonias pontificio al final del pontificado de Pío VI y bajo Pío VII. Colaboró también con el cardenal Consalvi para las relaciones diplomáticas. Fue nombrado asesor en el Santo Oficio en 1824 y creado cardenal el 15 de marzo de 1830.

Al pasar por Génova en noviembre de 1825, el P. de Mazenod recibe del arzobispo, Mons. Luigi Lambruschini, una carta de recomendación para Mons. Mazio. Va a verle al santo Oficio el 12 de diciembre, y es “recibido con los brazos abiertos”. Se hacen amigos y el Fundador va a verlo once veces en el curso de su estancia en Roma; almuerza con él cuatro veces. No se trata apenas entre ellos de la aprobación de la Regla, pero gracias a Mons. Mazio, que es también canónigo de San Pedro, el Fundador obtiene un buen puesto en la basílica cuando la beatificación de Angel de Acri, el 18 de diciembre de 1825, y en la misa de Pascua, el 26 de marzo de 1826. El cardenal murió en Roma el 4 de febrero de 1832.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.