Nacimiento en: Réallon (Hautes-Alpes), Francia, Febrero 28, 1814.
Toma de hábito en: Marsella, Noviembre 20, 1837.
Oblación en: Oblación perpetua en Longueuil, Febrero 2, 1848 (N. 235).
Muerte en: Hull, Canadá, Abril 27, 1899.

 

Luis Roux nació el 28 de febrero de 1814, en Réallon, diócesis de Gap, Francia. Sus padres fueron Pedro Roux y Margarita Joubert. Comenzó su noviciado en Marsella el 20 de noviembre de 1837 y tomó votos al año siguiente. Tomó votos por cinco años el 26 de septiembre de 1841 ante el Obispo de Mazenod antes de partir hacia Canadá, adonde llegó el 2 de diciembre con el primer grupo de Oblatos. Trabajó y fue profesor en Saint-Hilaire de Rouville, en 1841-1842 y en Longueuil en 1842-1843.

Para estar más accesible a la educación de los jóvenes, ingresó a los Hermanos de las Escuelas Cristianas en Montreal el 24 de agosto de 1844, tomando el hábito el 5 de octubre, con el nombre de Hermano Domingo. El 30 de agosto de 1845 fue asignado a la comunidad de Sainte-Brigide en Montreal, donde dio clases hasta mayo de 1846.

Decidió volver a su primera vocación e inició el noviciado en Longueuil el 15 de julio de 1846. Recibió un indulto que le permitía tomar votos el 2 de febrero de 1847 y sus votos finales el 2 de febrero de 1848. El Bruno Guigues lo nombró recepcionista en la residencia del obispo en Ottawa (1848-1874) y supervisor del colegio en Ottawa. A la muerte del Obispo, el Hermano Roux fue a Notre-Dame en Hull (1874-1899), donde permaneció hasta su fallecimiento, excepto por dos años (1888-1890) en el noviciado en Lachine, debido al gran incendio que arrasó una gran parte de Hull.

En 1899 celebró en Hull el Aniversario de Oro de su profesión religiosa. El Padre Alejandro Faure escribió en Missions OMI (42, 1904, pp. 31-32): “Uno de los mayores gustos del Hermano Luis era asistir en la Misa, aunque cuando lo conocí ya no podía hacerlo. Con la edad perdió la audición por completo, pero siguió siendo de utilidad para la comunidad. Pasaba la mayor parte del día en la capilla, donde las horas se le iban tan rápidamente como las cuentas del rosario en sus manos. Este humilde religioso, cuya carrera fue de dedicación, sacrificio y oración, estuvo entre nosotros haciendo el bien. Es un protector a quien debemos invocar y un modelo a seguir. No olvidemos, al pedir por él, pedirle por nosotros. Fue un gran siervo de Dios.

Falleció en Hull el 27 de abril de 1899 y descansa en el cementerio Oblato de Gatineau-Hull.

Yvon Beaudoin y Gastón Carrière, o.m.i.