hombre de justicia, sabiduría y amor por tu solicitud con María y Jesús y por tu vida de trabajo.
Contemplamos a Jesús, creciendo en edad, en gracia, y en sabiduría, al abrigo de tu paternal ternura, tu cuidado y fidelidad. Intercede por nuestra Congregación para que vivamos con fidelidad creativa el carisma que nos legó San Eugenio. Ayúdanos a ser verdaderos cooperadores del Salvador, viviendo, de manera especial, la caridad fraterna, y predicando el Evangelio a los pobres en las misiones más difíciles. San José, ruega por nosotros para que lo intentemos todo por el Reino de Dios y para que, por la gracia de Dios, nos esforcemos constantemente por ser santos.
Amén.