Oh Dios, que por designio de tu providencia quisiste edificar tu Iglesia sobre el bienaventurado Pedro, príncipe de los Apóstoles, mira con amor a nuestro Papa N. y tú, que lo has constituido sucesor de San Pedro, concédele la gracia de ser principio y fundamento visible de la unidad de fe y de comunión de tu pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

(Misal Romano)