24 de enero – No debemos temer nada.

Estamos en las manos de Dios. No debemos temer nada. Al ver a un perro, un niño corre a los brazos de su madre, viendo al perro y riendo. Es cierta la aptitud de la madre de protegerlo de todo peligro, aunque la aptitud de la madre tiene límites. Estamos en las manos de un Dios omnipotente que puede protegernos ante cualquier enemigo. Podemos sentirnos más seguros que el niño en los brazos de su madre.

B.A. Thomas, OMI