Una Peregrinacion Espiritual

La Cuaresma comienza esta semana y, con ella, nos adentramos en un momento de renovación espiritual. A través de la oración, el ayuno y los actos de caridad, nos preparamos para la celebración de la Pascua.

El miércoles de Ceniza, la imposición de ceniza sobre nuestras frentes es un recordatorio contundente de nuestra necesidad de penitencia. Nuestros actos de penitencia no tienen como objetivo el beneficio de Dios, sino para nuestro propio progreso y transformación. Estos 40 días de Cuaresma representan una peregrinación espiritual hacia el desierto de nuestro interior, donde enfrentamos nuestros momentos de debilidad y tentación. En este desierto, nos sometemos a la purificación y buscamos encuentros más profundos con nosotros mismos y con nuestro Dios.

Como peregrinos de esperanza, reconocemos la profunda dinámica de esta Santa Temporada. Los miembros del Gobierno Central han comenzado a salir de Roma hacia las diferentes unidades de la congregación. Esta Cuaresma, viajarán de un lugar a otro, encontrándose con sus hermanos Oblatos y las muchas personas a las que sirven. Permanecemos unidos en este viaje común.

Que Dios camine con nosotros al entrar en esta Temporada de Renovación Espiritual.