– REUNIÓN DEL COMITÉ GENERAL PARA LA FORMACIÓN –

Ross Kapunan, OMI
En nombre del Comité General de Formación

En nuestra reunión celebrada recientemente en Roma (11-16 de febrero de 2019), el Comité General de Formación ha reflexionado sobre los llamamientos que lanzó el 36º Capítulo general sobre la formación para la vida oblata y para la misión de hoy, como un proceso que dura toda la vida. También dedicamos algo de tiempo a evaluar el Año de las Vocaciones Oblatas recientemente clausurado y a comenzar la preparación del taller de formación permanente para formadores de post-noviciado que tendrá lugar en Aix-en-Provence del 7 al 28 de julio de 2020.

Sin embargo, el tema central del encuentro fue la conclusión de un programa de formación para el prenoviciado para toda la congregación. Es algo que ha estado en estudio desde que el Capítulo general de 2016 nos llamara la atención sobre la importancia de esta etapa de la formación. Ahora será el Superior general con su consejo quienes los estudiarán para realizar posibles mejoras y, si procede, aprobarlo. Los importantes elementos que han surgido durante los debates y que, sin duda, garantizarán una fructífera y enriquecedora experiencia de prenoviciado, son los siguientes: la necesidad de ofrecer a los prenovicios una comunidad oblata estable y un equipo competente de formadores a tiempo completo. Además, y con independencia de la duración de la experiencia del prenoviciado (al menos 6 meses según la R. 54b), es necesario garantizar que se alcancen los objetivos principales del programa de formación. Para que estos objetivos queden logrados de manera satisfactoria, el comité recomienda que el programa dure al menos un año.

Arriba de izquierda a derecha: Ross Kapunan (Filipinas), Cornelius Ngoka (Asistente general para la formación), Cándido González (México). Abajo de izquierda a derecha: Alexius Igbozurike (Nigeria), Giuseppe Rubino (Italia), Raul Salas (EE. UU.)

En cuanto a su estructura, la experiencia del prenoviciado estará organizada de forma que los prenovicios puedan ser introducidos adecuadamente en el programa (etapa de orientación), que sean capaces de asimilar los distintos aspectos de la vida del prenoviciado (etapa de fundamentación), y puedan integrar la experiencia en su totalidad (etapa de integración).

Más importante aún, la experiencia de la formación del prenoviciado sirve como preparación inmediata del noviciado. De esta manera, debería ayudar a los prenovicios a alcanzar una adecuada madurez humana y espiritual que les permita estar preparados para iniciar la experiencia del noviciado.