FILIPINAS

El P. Ramon BERNABE, Asistente General para la Misión, visitó recientemente Jolo, Sulu, en el sur de Filipinas, para trasmitir la cercanía de la Congregación y expresar solidaridad con el Vicariato de Jolo después del atentado con bomba de la catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo sucedido el 27 de enero.

Según el último recuento, 24 personas habían sido asesinadas por las dos explosiones, dentro y fuera de la catedral. Los fallecidos incluyen 16 civiles, 7 soldados del ejército y un guardacostas. El P. Bernabe también visitó las familias de algunas de esas víctimas. Hasta 90 personas más resultaron heridas de diversa gravedad. El P. Bernabe visitó 15 heridos, jóvenes y ancianos, que todavía se encontraban en hospitales. Algunos de ellos tienen sus piernas  amputadas, fracturas, quemaduras de tercer grado y heridas de metralla. El ex provincial Larry de GUIA que es médico, está atendiendo personalmente las necesidades de los heridos.

La primera bomba explotó dentro de la Catedral en el momento que se leía la segunda lectura de la misa dominical, matando algunos de los asistentes que participan activa y regularmente en la Misa del Domingo, entre ellos, dos esposos, un anciano, una niña de 14 años, el antiguo presidente del consejo parroquial, el presidente de la orden secular local de los Carmelitas descalzos y un profesor. Unos momentos después una segunda bomba explotó justo afuera de la puerta principal de la catedral, asesinando soldados del ejército que ayudaban en la seguridad de la Catedral, así como otros soldados que habían asistido corriendo para ayudar después de escuchar la primera explosión. También mataron algunos vendedores que estaban al exterior de la catedral.

La Misa estaba siendo presidida por el P. Ricky Bacolcol, un sacerdote diocesano del Vicariato de Jolo. No resultó herido pero sí quedó traumatizado por las explosiones de las bombas que en su caso ocurrían por segunda vez, siendo la primera las explosiones en la parroquia del Sagrado Corazón el día de Navidad de 2015.

Los oblatos y un número de laicos de la parroquia se encontraban fuera de Jolo en el momento de la explosión porque estaban viajando a Cotabato City para asistir a la instalación del nuevo Arzobispo de Cotabato, el Arzobispo Angelito Lampon, OMI, anterior Obispo de Jolo por 20 años que había dejado la ciudad solamente un par de semanas antes. Los Oblatos regresaron a Jolo inmediatamente después del incidente.

Una de las preocupaciones ahora es atender las necesidades sicológicas de las víctimas supervivientes, especialmente los jóvenes. El Provincial P. Charlie INZON y el Administrador del Vicariato, P. Romeo SANIEL, están colaborando para abordar los innumerables problemas resultados de la tragedia que ha sido oficialmente atribuida a un acto terrorista perpetrado por hombres bomba.

La Catedral, que sufrió grandes daños físicos, está cerrada y bajo el control de las autoridades militares. Las misas están siendo celebradas en dos capillas. El pasado noviembre de 2018, el Padre General Louis Lougen visitó Jolo, Sulu, durante su visita fraterna a la Provincia de Filipinas.

El Vicariato de Jolo ha sido confiado a los Oblatos de María Inmaculada desde 1939.  Tres oblatos, incluido el cuarto obispo del vicariato, Monseñor Benjamin de Jesus, y otros laicos han sido asesinados en incidentes violentos en estas provincias del extremo sur de Filipinas.

Bishop-Ben-DE-JESUS-(=1997);-Fr.-Reynaldo-RODA-(=2008);-and-Fr.-Benjamin-INOCENCIO-(=2000)