NOTRE-DAME-DU-CAP

Fabio Ciardi, OMI
Publicado el 5 de febrero de 2020


 “Ahora Señor,…puedes dejar a tu siervo irse en paz”.

Estas son las palabras de despedida del anciano Simeón, tal como leemos en el Evangelio de la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo celebrada el 2 de febrero. Una semana antes de entrar en coma, el P. Yvon BEAUDOIN también dijo palabras similares y fueron las últimas: “estoy preparado”.

En la vigilia de la Fiesta de la Presentación en sintonía con el anciano Simeón, el Padre Yvo fue recibido también en la paz del Señor.

El escolástico Yvon Beaudoin vino a Roma cuando todavía yo no había nacido. Partió de Nueva York el 25 de septiembre de 1947 en el barco “Nea Hellas” y llegó a Nápoles el 13 de octubre. Salió de Roma para regresar definitivamente a Canadá en el año 2009: 62 años de trabajo en la Casa General, en los archivos, en la postulación, en la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano, 40 años con los Scouts… Una vida extraordinariamente regular. Siempre le gustó trabajar solo entre cuatro paredes, leyendo viejos documentos y escribiendo varios cientos de trabajos y artículos, preparando informes para otros, siempre en un segundo plano, con gran discreción y humildad. Catalogó todos los escritos de san Eugenio a quien aprendió a conocer y amar como ningún otro lo ha hecho. Afortunadamente tuvo sus seguidores a pesar que en su trabajo con ellos era también muy estricto. Muchos de ellos, hoy profesionales reputados, lo recuerdan con gran afecto y siempre preguntan por él…

Una vez escribió sobre sí mismo: “Por naturaleza tengo un temperamento dulce y agradable, pero mis relaciones han estado siempre limitadas a lo esencial… Mis días han estado siempre llenos, desde las 5.30 hasta las 22.00, sin interrupción para desayunar, sin ver la televisión a excepción de tres o cuatro veces a la semana para ver las noticias, con frecuencia sin cenar porque llegaba a casa tarde por los Scouts… Tengo el mismo ritmo de vida año tras año. Con el paso del tiempo  he sido más paciente y reflexivo y normalmente permanezco calmado y sereno. Mi espiritualidad es la de la tarea diaria bien hecha y a tiempo. Me encanta reír cuando estoy con otros y trato de ser una agradable compañía”.

Encuentro con el Papa Pablo VI en 1973 (Foto:omiworld.org)

Aceptó sus limitaciones sin darse por vencido… y esto es lo que sugirió a los demás cuando dejó Roma:

“A los oblatos yo no los hablaría mucho de “evangelizar” o “estar llenos de celo”, eso lo tienen desde siempre. Más bien yo diría lo que dijo san Eugenio: “sean religiosos”, “sean regulares” y “trabajen para ser santos”. ¡Esta insistencia del Fundador en la vida de oración, la caridad fraterna y la perseverancia para ser santos, es lo que he resaltado en todas las introducciones que escribí a los volúmenes de sus escritos! El papel de los formadores es asegurar que el carisma oblato y las tradiciones de la Congregación sean trasmitidos a las nuevas generaciones de Oblatos de María Inmaculada”.

Esta es su historia contada por sí mismo:

“Nací en Lac-à-la-Tortue, Champlain County, Canadá, el 19 de marzo de 1926. Fui a Ottawa yo solo en el tren para llegar al Juniorado el 3 de septiembre de 1941. Entré en el noviciado en Richelieu a mitad de julio de 1946, con el primero de los cuatro grupos de 40 novicios escolásticos de aquel año”

De 1947 a 1953, estuvo en el escolasticado Romano de la Via Vittorino da Feltre. “En otoño de 1953 el P. DESCHÂTELETS (Superior General) pidió al superior del escolasticado que dos escolásticos hicieran el índice de nombres de personas, lugares y temas de los escritos de Monseñor De Mazenod. Creo que el Padre Jean DROUART tuvo pocas dudas para escogerme a mí y al Hermano (Mathias) Menger. Trabajamos en la oficina de la postulación desde el 11 de noviembre de 1953 hasta junio de 1955. Hicimos como 50.000 expedientes para los archivos. Y  luego continué yo solo, en mi tiempo libre, hasta 1967, para llegar a los 70.000 expedientes”.

En su habitación de la Casa General. (Foto: omiworld.org)

“Desde 1963 hasta 1967, trabajé muchísimo con el Padre Angelo MITRI para componer para la Oficina histórica de la Congregación de Ritos el Summarium additionnalis de la causa del P. Albini, publicado en 1964, y la Inquisitio historica de la causa de Monseñor de Mazenod, publicada en 1968”.

“Entre 1966 y 1967, trabajé en la Congregación de Religiosos para poner en orden los archivos de la nueva sección de Institutos Seculares. Del 1967 al 1982, fui el archivista y bibliotecario de la Congregación de Ritos (1967-1969) que luego pasó a ser la Congregación de las Causas de los santos en 1969. Desde 1983 hasta 1996, fui relator y elaborador de informes, esto es, uno de los encargados de componer la Positio de los futuros santos. Con diversos colaboradores publiqué 120 de ellas (grandes volúmenes de 1000 páginas cada uno), desde 1983 hasta 2002”.

“Oficialmente cesé en mi trabajo en el Vaticano en 1996, cuando tenía 70 años, pero seguía teniendo allí una oficina hasta que terminé la última Positio en el año 2002. Cuando cesé en el cargo a los 70 años de edad obtuve la medalla de reconocimiento Pro Ecclesia et Pontefice”.

“Fui el archivista general de 1983 a 1993. En este servicio tenía que preparar cada año la publicación de las Acta Administrationis generalis”.

De 1977 a 2003, preparé y publiqué 22 volúmenes de los Escritos Oblatos (cartas, escritos espirituales y el diario de Monseñor de Mazenod) y 5 volúmenes de su segunda serie (Tempier I y II, Gérard I y II, Casimir Aubert). Del 2000 al 2002, prácticamente preparé yo solo el primer volumen del Diccionario de la Historia Oblata.”

Otra área de trabajo del P. Yvon fue con los jóvenes con quienes trabajó de manera interrumpida desde 1964, especialmente con los Scouts. “Amaba mucho este apostolado y los jóvenes siempre me comprendieron y me tuvieron en gran estima”.

Yvon Beaudoin, OMI (2012)