SENEGAL: El 20 de mayo de 2022, en el prenoviciado Beato Mario Borzaga de Senegal, se ha tenido una sesión de formación, con el fin de concienciar sobre los temas relativos a la protección de menores y adultos vulnerables, y la promoción de la dignidad del ministerio sacerdotal. La sesión ha sido animada por los oblatos PP. Constant Kienge Kienge y Thomas Bang.


Los abusos sexuales son cada vez más recurrentes en nuestra sociedad, especialmente en la Iglesia. Este fenómeno incumbe también a los hombres y mujeres que se han comprometido a vivir en castidad y fidelidad al Señor. Por desgracia, esta tendencia de dar rienda suelta a nuestros impulsos sexuales se hace sin tener en cuenta el impacto que tendrá en la vida de las personas más vulnerables, que se ven víctimas de los actos inapropiados de adultos incapaces de dominar y manejar sus afectos de forma ordenada.

Así pues, como jóvenes en formación, la sesión sobre pedo-criminalidad en la que participamos fue realmente enriquecedora, ya que nos ayudó a ser más conscientes de las dañinas realidades de los crímenes sexuales actuales contra niños y adultos vulnerables. Con esta formación, que esperamos pueda tener lugar una vez al año en nuestras casas de formación, sentimos que no sólo se nos ha alertado sobre las consecuencias de las perversiones sexuales ante menores, sino también  sobre el daño que puede causar todo abuso sexual en general. Esta toma de conciencia nos impulsa a la introspección y al autoconocimiento para afrontar mejor esta lacra, que ha llevado a la Iglesia a ser atacada por todas partes y a comprometer la dignidad y la identidad del sacerdocio.

Paul SARR, Jacques SARR, Jérémy BOISSY, Bekas Alain MENDY, Mager MENDES, Jean Marie Diouf, Joseph SENE, Cyrille DASYLVA, Daniel Alain SAGNA, Nicola DIEDHIOU y Viventy DIAT

Más aún, esta formación ha sido para nosotros un ejercicio de sensibilización y es que estamos llamados a trabajar con los jóvenes en nuestras futuras misiones. De ahí la importancia de contar con un conocimiento pleno de la relación que debe existir entre el pastor y sus fieles. Porque quien dice ser pastor del rebaño de Dios debe aportar alegría a los corazones de todos y no destrozar  las vidas de menores y adultos vulnerables.

Por último, esta formación sobre pedo-criminalidad, lejos de movernos a la desconfianza frente a nuestros futuros feligreses, nos invita a ser conscientes de la calidad de nuestro futuro ministerio sacerdotal; en adhesión a la elegancia litúrgica y en la cercanía al rebaño de Dios que necesita ser alimentado cada día espiritualmente.