p. Marco Ortiz, OMI

Tras casi tres años de vivir una pandemia, 12 Oblatos de Hong Kong, China continental y Australia se reunieron por primera vez en persona, y el retiro fue dirigido por el p. Marco Ortiz, OMI.

Tema para el retiro
La única frase que la mayoría de la gente conoce de Qohelet es su famoso y a menudo mal citado refrán: «Vanidad de vanidades, todo es vanidad.» Sin embargo, Qohelet también dice: «Come, bebe y disfruta». Este refrán menos conocido fue el tema seleccionado para el retiro anual de la delegación OMI de Hong Kong.

Oración, reflexión y fraternidad
Tras casi tres años de vivir una pandemia, 12 Oblatos de Hong Kong, China continental y Australia se reunieron por primera vez en persona. Todos los miembros de la delegación, incluido el provincial p. Christian Fini, OMI, estuvieron presentes, del 7 al 12 de mayo de 2023, y el retiro fue dirigido por el p. Marco Ortiz, OMI en una casa de retiros de las Hermanas de San Pablo de Chartres en Hong Kong. Fue un tiempo lleno de oración, reflexión y fraternidad. 

Un don de Dios
Los Oblatos de la delegación están a cargo de varios ministerios, tales como parroquias, escuelas e incluso trabajan con los indigentes y los afectados por la adicción. A pesar de que el idioma que se utiliza en la comunidad es el inglés, todos tienen un nivel de chino cantonés. La interculturalidad de la Congregación se refleja en los miembros de la delegación, ya que representan a 7 nacionalidades. Entre los miembros se encuentran dos jóvenes oblatos nativos de Hong Kong que, podemos decir, representan los dos pulmones de la congregación: un hermano y un sacerdote.
Por cinco días dejaron temporalmente sus ministerios para meditar en palabras de Qohélet, que sirven para recordar que a pesar de las dificultades, desafíos y límites de la vida, debemos recordar que todo es un don de Dios.

Encontrar la alegría en lo ordinario
El retiro se centró en el refrán tripartito de Qohélet «Come, bebe y disfruta» y en las alegrías de la vida religiosa. Como modo de entrar en el espíritu del tema, la delegación tuvo a dos compañeros de la película de humor negro de los años 70, «Harold y Maude». Por un lado, Harold, obsesionado con la muerte, busca la vida. Y por otro, Maude, obsesionada con la vida, desea la muerte. Harold y Maude juntos encuentran el sentido y la alegría en todo lo que ofrece la vida. Este es el mensaje de Qohelet, y la clave de la vida religiosa, encontrar la alegría en lo ordinario.

Lo básico de la existencia humana
Comer, beber y disfrutar no es un permiso para actuar sin cuidado, sino una llamada a lo básico de la existencia humana. La alegría de la vida religiosa no se encuentra en lo extraordinario, sino en lo ordinario. Como nos recuerda el salmista: «Qué bueno y qué agradable es que los hermanos vivan juntos en verdadera unidad» (salmo 133:1).