Inmaculada Pérez Castillo, OMI y Leidy Silva Tercero

Inmaculada participó en la JMJ con la Juventud Oblata en Madrid y Lisboa. Ahora ella comparte con nosotros su inolvidable experiencia.

“Jóvenes, no tengan miedo”

Concluimos el encuentro de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. El encuentro previo en Pozuelo lo vivimos con mucha alegría por poder sentir el espíritu de familia OMI de la mano de los mártires y luego con los jóvenes oblatos de todo el mundo unidos al Superior General, p. Chicho. Creo que fue un momento de gracia para todos. 

Javier omi, Inma omi, Paola comi, Ana y Juan

Dios nos ama como somos

Para mí es un signo que el mensaje a los jóvenes de p. Chicho, el mensaje del Papa se unan con el de los mártires: el amor de Dios vence siempre, no tengais miedo en ser testigos misioneros de la esperanza.
Han sido días donde también he podido palpar la comunión y la catolicidad de la Iglesia. Una gran multitud de jóvenes, congregados por el Papa Francisco para recordarles el amor que Cristo les tiene a cada uno. Nos invitaba a tomar conciencia de cómo nos mira Dios y que nos ama tal y como somos. Y sobre todo a que no tengan miedo, confíen en Dios y se levanten, con la actitud de María. 

Ayudar a otros a levantarse

Para mí, un momento especialmente conmovedor, fue ver a tantos jóvenes de todo el mundo arrodillados ante el Santísimo en silencio. Sentir que Dios los mira, nos mira con ternura a todos. Dejarnos levantar por Cristo, ayudar a otros a levantarse y llevar la alegría del Evangelio a todos. Doy gracias a Dios por compartir la fe y el carisma con los jóvenes, nuestros hermanos oblatos, oblatas y comi.  Que María Inmaculada, san Eugenio y los Mártires oblatos sigan intercediendo por todos los jóvenes.

Testimonio de Leidy, una joven de la parroquia de San Diego.

Ponerse en camino

Si resumo mi experiencia de la JMJ en una frase sería a través de là de “ponerse en camino”.  Desde el comienzo de esta aventura que empezó en pozuelo hasta su final que fue con la misa de envío en el Campo do Graçia en Lisboa he visto hecha carne la parábola del buen samaritano. Por un lado, al encontrar en rostros y nombres concretos una necesidad de felicidad que solo es saciada a través de Dios y por otro lado, la disponibilidad de más de un millón de jóvenes de distintos países a ayudar a acercarse a esa felicidad a otros y a uno mismo. 

Levantarse y continuar

También, siguiendo con la comparación de la parábola del buen samaritano, el caminar por la vida te dispone a encontrar adversidades, personas y algún que otro bache. Y ante esa tesitura que nos pone la vida nos tenemos que plantear lo que dijo el Papa en la vigilia. ¿Nos caemos y nos quedamos derrotados o lo seguimos intentando? Y la respuesta unánime de más de un millón de jóvenes, junto con la mía, fue de levantarse y continuar.

Dios está con nosotros

Levantarse y continuar transmitiendo el evangelio, y lo más importante transmitiendo la felicidad y alegría que en algún momento a todos nos transmitieron rostros y nombres concretos. Haciendo mías las palabras del papa me quiero poner en camino para poder transmitir alegría y poder decir que Dios es bueno, que Dios nos quiere y que Dios nos llama, ya que no somos lo que somos  por casualidad. Tenemos un propósito que está en el plan De Dios y no tenemos que tener miedo porque en este caminar Dios está con nosotros.

De Málaga, Inmaculada Pérez Castillo forma parte de la Congregación de las Misioneras Oblatas desde 2001. Colabora con los Oblatos en la misión con los jóvenes.