Kapena SHIMBOME, OMI
Consejero General para África-Madagascar

Desde hace cuarenta años, los oblatos sirven al pueblo de la joven nación de Zimbabue. Y no han hecho más que empezar.

Un testimonio de la interculturalidad de nuestra familia Mazenodiana

En 1983, un grupo de Oblatos de Sudáfrica respondió al llamado de los obispos de Zimbabwe y comenzó a servir a aquellos en los márgenes de la sociedad en el área de Bulawayo. Hoy en día, esta vibrante misión está floreciendo con una comunidad intercultural de 13 Oblatos de entre 32 y 65 años de edad, representando no sólo a Sudáfrica sino también a Australia, India, Paraguay y la República Checa. Es un testimonio de la interculturalidad de nuestra familia Mazenodiana. Sin embargo, a medida que la misión florece, se necesitan más misioneros de todo el mundo para servir en este hermoso país.

Un enfoque innovador y holístico hacia el ministerio

¡Estos Oblatos van más allá de las tareas parroquiales tradicionales! Han adoptado nuevas iniciativas como trabajar con grupos carismáticos, promover la adoración y las devociones, organizar reuniones juveniles, llevar a cabo retiros y colaborar con otras comunidades religiosas para capacitar nuevos formadores. Además, han adoptado un enfoque innovador y holístico hacia el ministerio, asumiendo proyectos de desarrollo como ofrecer asesoramiento psicológico, perforar pozos para agua potable y ayudar a establecer huertos comunitarios y granjas. Sus esfuerzos han tenido un impacto significativo en las vidas de aquellos a quienes sirven, llevando esperanza y compasión a los más necesitados.

Los Oblatos se mantienen firmes en su compromiso con el pueblo

Recientemente, los Oblatos han sido confiados con dos nuevas capillas de misión en áreas rurales, ampliando su alcance más allá de Bulawayo. Estas misiones, San Kizito y San Juan en Maraire, reflejan la dedicación, perseverancia y visión que tienen los Oblatos en Zimbabwe. A pesar de los desafíos presentados por las dificultades económicas de Zimbabwe, incluyendo altas tasas de inflación y desempleo, los Oblatos se mantienen firmes en su compromiso con el pueblo. Continúan brindando apoyo y aliento, permaneciendo cerca de las personas a las que sirven.

El P. Kapena visita a las familias de la Misión Oblata de Zimbabue

Estoy agradecido de haber tenido la oportunidad de visitar Zimbabwe y presenciar el increíble trabajo de los Oblatos. Agradezco al hermano Njabulo TAVOTSEDA, al padre Douglas SHOLTO (Superior de la Misión) y a todas las personas que me acogieron calurosamente. La experiencia ha dejado una impresión duradera, con el sonido de tambores africanos y canciones de alegría todavía resonando en mis oídos. Zimbabwe realmente ha tocado mi corazón.