En su homilía el 2 de febrero, el papa Francisco dijo: «Cuando acogemos al Señor, el pasado se abre al futuro, lo viejo en nosotros se abre a lo nuevo que Él hace nacer. No es fácil… lo sabemos, porque es difícil oponerse a la “fuerza de lo viejo”. La novedad de Dios se presenta como un niño y nosotros, con todos nuestros hábitos, miedos, temores, envidias, preocupaciones, nos hallamos frente a este niño. ¿Le abrazaremos, le acogeremos, le haremos espacio? ¿Entrará esta novedad de veras en nuestra vida, o más bien intentaremos casar lo viejo y lo nuevo, tratando que la presencia de la novedad de Dios nos moleste lo menos posible?» Durante la sesión plenaria del gobierno central nos enfrentamos en muchas ocasiones a este desafío que es más común de lo que creemos en nuestras vidas personales, institucionales, sociales… Personalmente, me enfrento a este desafío cada día al orar e intentar poner en práctica el Evangelio. El Evangelio es ese “nuevo” que hay que abrazar, acoger, hacerle espacio, cueste lo que cueste, para que seamos proclamación de lo nuevo de Dios entre los más pobres: “Mira, hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21,5).

Fue una gran alegría dar la bienvenida entre nosotros a Su Eminencia el Cardenal Luis Antonio Tagle, Pro-Prefecto de la Sección para la Primera Evangelización y Nuevas Iglesias Particulares del Dicasterio para la Evangelización. Tras un intercambio afectuoso y fraterno con él, su Eminencia presidió la Eucaristía con la comunidad de la Casa General y el Escolasticado Internacional.  Reflexionando sobre el Evangelio del día (Marcos 6:53-56), el Cardenal Tagle destacó el papel esencial de un claro sentido de misión y propósito, señalando que sin ellos, fácilmente podríamos sentirnos agotados y abrumados. Animó a la comunidad a aferrarse con firmeza a su misión y propósito. Además, el Cardenal Tagle inspiró un llamado a una fe humilde y sencilla, trazando un paralelo con el relato del Evangelio sobre los enfermos que buscaban sanar al tocar el borde del manto de Jesús. Este mensaje resuena como un recordatorio fuerte para mantenernos enfocados en la misión mientras cultivamos una fe humilde y transformadora. 

Estamos muy agradecidos a Su Eminencia y lo tenemos a él y a su ministerio en nuestras oraciones.

Con dolor en el corazón, honramos y celebramos las vidas de los siguientes oblatos fallecidos:

-P. Jerome BLACKBURN, OMI, de la Provincia de Lacombe, falleció el 8 de enero de 2024, en Edmonton (Canadá), a la edad de 89 años y con 68 años de oblación.
-Sc. Collins MASINDE, OMI, de la Misión de Kenia/Provincia de Lacombe, falleció el 12 de enero de 2024, en Melville (Sudáfrica), a la edad de 28 años y 11 meses de oblación.
-P. Vincent LAPLANTE, OMI, de la Provincia de Lacombe, falleció el 12 de enero de 2024, en Vancouver (Canadá), a la edad de 99 años y con 74 años de oblación.
-P. François CUEFF, OMI, de la Provincia de Francia, falleció el 18 de enero de 2024, en Lyon (Francia), a la edad de 91 años y con 69 años de oblación.
-P. Norbert HOLSEN, OMI, de la Provincia de Francia, falleció el 18 de enero de 2024, en Estrasburgo (Francia), a la edad de 80 años y con 61 años de oblación.
-P. Clarence ZACHMAN, OMI, de la Provincia de los EE. UU., falleció el 19 de enero de 2024, en Belleville (EE. UU.), a la edad de 103 años y con 80 años de oblación.
 -P. Jean-Bernard DUHAMEL, OMI, de la Provincia de Notre-Dame-du-Cap, falleció el 27 de enero de 2024, en Richelieu (Canadá), a la edad de 97 años y con 75 años de oblación.
-P. Gerard van den BEUKEN, OMI, de la Delegación de Bélgica y  Países Bajos, fallecido el 2 de febrero de 2024, en Hulsberg (Países Bajos), a la edad de 85 años y 62 de oblación.
-P. Jacques CHAPUIS, OMI, de la Provincia de Indonesia, fallecido el 5 de febrero de 2024, en Sintang, (Borneo Occidental, Indonesia) a la edad de 83 años y 62 de oblación.

Que sus almas encuentren paz eterna, y que sus vidas y devoción al servicio continúen inspirándonos a todos.

P. Chicho OMI