Cándido GONZÁLEZ GUZMÁN OMI

Inspirados en la C. 35 “A fin de encontrarnos cada vez mejor dispuestos para servir a Dios en su pueblo…” nos hemos reunido los Oblatos de la Provincia de México del 5 al 9 de febrero en Tepoztlán, Morelos, México.

Llamados a la conversión para la renovación de la vida comunitaria y de la misión

Es ya una tradición que los Oblatos que trabajan en México se reúnan al inicio del cada año durante una semana para estudiar los temas actuales y ponernos en sintonía con la Congregación y la Iglesia. El lema de la semana de estudio de este año fue “Llamados a la conversión para la renovación de la vida comunitaria y de la misión”. En un ambiente fraterno y de oración estuvimos reflexionando, principalmente, sobre nuestra conversión personal. El profesor Agustín Tello, un oblato honorario, fue nuestro facilitador y nos guio en una profunda reflexión durante esta semana. Nos hemos visto interpelados sobre nuestro vivir como comunidad apostólica y sobre cómo caminar en sinodalidad con la Iglesia.  

Respondemos positivamente a un proceso de reestructuración

A la luz de la Sesión Conjunta CIAL – Administración General, realizada en agosto del año pasado, somos más conscientes de que es necesario la reestructuración de los lugares de misión y casas de formación. Todos los oblatos que participaron en la sesión opinaron que podemos beneficiarnos mucho si respondemos positivamente a un proceso de reestructuración que reforzará nuestra colaboración ministerial con la Delegación de Guatemala y la misión de Cuba.

Los Oblatos de la Provincia de México

Nuestra identidad como familia misionera

Por lo que, partiendo desde un panorama general como región América Latina y viendo las oportunidades y desafíos, y confiando en la presencia del Espíritu Santo.
Hemos visto como prioridad, sobre todo:

  • La misión con los jóvenes. Hemos logrado consolidar una Comisión de oblatos para atender a la juventud y promover las vocaciones a la vida religiosa misionera.
  • Para responder mejor a los desafíos actuales de acuerdo con nuestro carisma, los oblatos de México hemos decidido dejar una de las misiones, donde creemos que el clero diocesano puede atender ya de manera adecuada.

Finalmente, con un mismo corazón y un mismo sentir, hemos actualizado nuestra DECLARACIÓN de MISIÓN, tomando en cuenta, nuestra identidad como familia misionera.