Sesión Conjunta del Gobierno Central y la Región de África-Madagascar
18-23 marzo 2024

Día 4 – Jueves, 21 de marzo

El P. Antoine presidió la Misa, ofreciendo una homilía que enfatizó la importancia de equilibrar la ley y la razón con el arte del discernimiento, un proceso profundamente entrelazado con la oración y la búsqueda de la voluntad de Dios. Instó a los Oblatos a abrazar el don de su vocación con valentía, dedicándose completamente al servicio de Dios.

La asamblea también escuchó al Padre General, quien presentó a los miembros de la administración y elaboró sobre su misión. Destacó la presencia Oblata en África y expresó gratitud por la dedicación mostrada a través del continente. El Padre General enfatizó el papel fundacional de Cristo en el liderazgo, abogando por una relación personal con Cristo como la piedra angular de nuestra fe y misión. Compartió su visión de santidad para cada Oblato, instándolos a colocar a Jesucristo y Su evangelio en el núcleo de sus vidas, fomentando una comunidad animada por un compromiso planeado y con propósito.

Un enfoque significativo de la reunión fue sobre el carisma de los Oblatos, enfatizando la necesidad de vivir este carisma dentro de la comunidad. Se discutió el servicio general de justicia, paz e integridad de la creación (JPIC), reconociendo los desafíos en animar estas áreas, especialmente en la región de África Madagascar. Esta reflexión condujo a una discusión más amplia sobre la administración ambiental y la justicia social, resaltando el papel de los Oblatos en la defensa de estas causas.

El ministerio juvenil fue otra área crítica de discusión, con el P. Simon Pierre Badji destacando la importancia de la atención pastoral para los jóvenes. Reconociendo el amor especial de San Eugène de Mazenod por el apostolado juvenil, llamó a un mayor apoyo para los proyectos juveniles, con el objetivo de fomentar su fe y participación en la misión de la Iglesia.

La sesión también abrió un espacio para que los asociados laicos de la delegación de Senegal Guinea-Bisáu compartieran sus experiencias y desafíos. Las discusiones giraron en torno a la historia y evolución de su asociación, la formación continua para los laicos, y la visión de una colaboración más estrecha entre los asociados laicos y los Oblatos para avanzar en la misión de la Iglesia.

En sus palabras de clausura, el Padre General reiteró que el carisma de los Oblatos es un regalo para toda la Iglesia, subrayando el camino colaborativo hacia el servicio a los pobres y marginados. Esta reunión sirvió como una renovación espiritual para los participantes y una reafirmación de su dedicación a vivir el evangelio y participar en una misión que trasciende las fronteras geográficas y culturales.

Los Oblatos de María Inmaculada y sus asociados laicos salieron de la sesión renovados en espíritu y más comprometidos que nunca con su vocación, listos para enfrentar los desafíos y oportunidades que les esperan en su camino compartido de fe y servicio.