Sesión Conjunta del Gobierno Central y la Región de África-Madagascar
18-23 marzo 2024

Día 3 – Miércoles, 20 de marzo

El tercer día de la Sesión Conjunta en Senegal comenzó con una Misa presidida por el Padre Kapena, Consejero General para África-Madagascar, quien destacó la diferencia entre el poder pasajero del mundo y el poder salvífico de Dios. La liturgia sirvió como recordatorio del constante apoyo divino para aquellos que lo buscan en tiempos difíciles.

El primer tema del día fue la discusión sobre la reestructuración. El Padre Constant subrayó que la verdadera vida comunitaria va más allá de la mera coexistencia; se trata de fomentar lazos familiares, solidaridad y apoyo mutuo. Se propuso que la reestructuración debería ser un proceso ascendente, desde las unidades individuales hasta la casa general, con el objetivo de revitalizar cada aspecto de la vida comunitaria para promover la paz y el celo misionero.

La conversación luego se centró en la formación inicial y continua en la región de África-Madagascar. El Padre Sídney, provincial de Lesoto, señaló los desafíos significativos que enfrenta la región, como las barreras de comunicación y logística, como los idiomas y las visas. Destacó la importancia de una formación contextual que refleje la experiencia africana, crucial para el desarrollo de líderes efectivos y empáticos.

El Padre Thomas, de la Provincia de Camerún, puso en primer plano la protección de menores y adultos vulnerables. Reveló la falta de medidas de protección en numerosas instalaciones Oblatas en toda la región, lo que generó un llamado a la acción. Se propuso un plan de tres años para implementar políticas y capacitaciones exhaustivas que salvaguarden a estos grupos en riesgo, subrayando el compromiso de la Iglesia con su seguridad.

El Hermano Silvio, Superior de la Misión del Sáhara, enriqueció la sesión con reflexiones personales sobre el papel esencial de los hermanos en la Región de África-Madagascar. Al leer las Constituciones 1 y 7, que hablan de los hermanos como miembros de pleno derecho de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, destacó la importancia de los hermanos en la región.

En resumen, el tercer día estuvo marcado por momentos de oración, conversaciones sobre la vida comunitaria y misionera en la región, y la urgente necesidad de reformas estructurales, iniciativas de formación y políticas de protección.