No podemos seguir siendo ‘negacionistas prácticos‘”

Hno. Sc. Sipho MUKOBOLA, OMI

El Instituto Teológico San José en Cedara, Sudáfrica, acogió recientemente a académicos, activistas y expertos en su Conferencia Anual de Ecología, celebrada los días 12 y 13 de abril de 2024.

Este año, el evento se enfocó en “Ecología en África”, lo que propició enérgicas conversaciones e intercambios de ideas entre los asistentes. La presencia del Padre Jean-Hérick Jasmin, Director Oblato de JPIC, otorgó una relevancia adicional al evento, enriqueciendo las discusiones con sus valiosas perspectivas e iniciativas en justicia ecológica y paz.

África no es simplemente un testigo pasivo. Estamos en la línea del frente

África es una tierra de abundancia natural, rica en recursos, diversa en ecosistemas y hogar de una fauna sin igual. Sin embargo, frente a la crisis ecológica global que se profundiza cada día más, África no es simplemente un testigo pasivo. Estamos en la línea del frente, enfrentando los impactos desproporcionados del cambio climático, originados en gran medida por las prácticas industriales del norte global. Las soluciones que nos presentan son a menudo inalcanzables, con costos que ni nuestras comunidades ni nuestros gobiernos pueden soportar. Esta lucha se ve intensificada por la escasez de fondos y por un liderazgo que titubea ante las grandes decisiones. Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, es vital mantener la conversación sobre nuestro medioambiente. Consciente de esta urgencia, el Instituto Teológico San José en Sudáfrica ha dedicado su conferencia anual a la ecología en nuestro continente.

Cuando los desastres nos golpean, son nuestras comunidades más pobres las que sufren el mayor impacto

En África aún enfrentamos grandes retos, como la gestión de desechos y el manejo de riesgos ante desastres. La mayoría de nuestros países opta por los vertederos para la disposición de residuos porque, aunque preferiríamos reciclar, el costo económico es demasiado alto. Además, necesitamos más investigación y recursos financieros para apoyar métodos alternativos de manejo de residuos. Cuando los desastres nos golpean, son nuestras comunidades más pobres las que sufren el mayor impacto, y el apoyo que reciben después es frecuentemente insuficiente. Esta situación se agrava por una falta de liderazgo firme en todos los niveles, que perpetúa un sistema que beneficia a los ricos y poderosos, sacrificando a los más vulnerables.

No podemos seguir siendo meros teóricos sobre los problemas ecológicos sin comprometernos realmente con el cambio.

Durante la conferencia, se reiteró un mensaje claro: la crisis ecológica no es una amenaza lejana, sino una realidad presente que afecta a todos, especialmente a los más pobres entre nosotros. La única vía hacia la armonía es a través de una ‘conversión ecológica’, un cambio de la visión utilitaria de la creación hacia una que reconozca nuestra interconexión y la presencia divina en la naturaleza. No podemos seguir siendo meros teóricos sobre los problemas ecológicos sin comprometernos realmente con el cambio. Lamentablemente, nuestras comunidades incluyen a muchos que se resisten a este cambio. Para realmente cuidar de nuestro planeta —y, por ende, de nuestros más desfavorecidos— nuestras acciones deben ser intencionales y determinadas. Como aprendí recientemente, debemos llegar a un lugar en nuestros corazones que nos duela por lo que daña a nuestra Casa Común y a la humanidad. Solo entonces podremos impulsar el cambio profundo y duradero que tanto necesitamos.

Fotos@SJTI/fb