Nacimiento en Orange (Vaucluse), 16 de junio, 1830
Toma de hábito en N.-D. de l’Osier, 9 de mayo, 1853
Oblación en N.-D. de l’Osier, 10 de mayo, 1854 (nº 367)
Ordenación sacerdotal en Marsella, 28 de junio de 1857
Muerte en N.-D, de la Garde, 28 de noviembre, 1900.

Luis Bessac nació en Orange, diócesis de Aviñón, el 16 de junio de 1830. Hizo sus estudios secundarios en el seminario menor y un año de teología en el seminario mayor de Aviñón. Entró al noviciado en Notre-Dame de l’Osier el 9 de mayo de1853 e hizo allí su oblación el 10 de mayo de 1854. El padre Vandenberghe, maestro de novicios, lo recomendó a la administración general con estas palabras: “El hermano Bessac es una persona excelente que no dará jamás un problema. Buen corazón, observante, piadoso, fue siempre edificante para sus hermanos cuyo afecto supo ganarse. Es poco entusiasta, pero dotado de un juicio recto y además ¡es tan dócil! Abre su corazón con gran sencillez. Sabe hacer un sacrificio y lo hará sin dificuktad. Tengo confianza que será un buen religioso.”

Estudia teología en Montolivet de 1854 a 1857. En sus informes el padre Mouchette, moderador de los escolásticos, lo juzga en todo momento en forma positiva; lo encuentra “muy bueno, muy observante”, pero un poco meticuloso y propenso a exagerar los peligros del ministerio. Mons. de Mazenod lo ordena sacerdote el 28 de junio de 1857.

En 1857-1858, el padre Bessac reside en Notre-Dame de la Garde y sigue las lecciones de predicación del “gran curso”. Enseña retórica en el seminario menor de Marsella en 1858– 1859. Predica más adelante misiones y retiros durante varios años, con residencia en Notre-Dame de Lumières (1859–1861), en Talence (1861–1862), en Notre-Dame de Bon Secours (1862–1864), en Notre-Dame de l’Osier (1864–1868). En 1868 recibe su obediencia para Marsella, donde vive en el Calvario de 1868 a 1882 y luego en Notre-Dame de la Garde de 1882 a 1900.

En Marsella predica a menudo en la capilla del Calvario, en las parroquias y los conventos de la ciudad, pero sobre todo durante 22 años es capellán de las cárceles: la de mujeres, en llas Presentinas, y la de hombres en el paseo Chave. “Los visitaba a menudo, se lee en su nota necrológica, les daba pequeñas charlas, impregnadas de fe y de bondad y conseguía muchas confesiones. Además, se esforzaba por endulzarles la vida con pequeñas ayudas en dinero o en especie y con los mil pequeños detalles que sugiere un corazón bondadoso. Por lo demás, siempre estaba sonriente con ellos en las relaciones personales, los escuchaba con agrado y le gustaba fingir que se dejaba engañar por sus mentiras interesadas. No hay que sorprenderse de que sus feligreses lo estimaran, de que recibieran con alegría sus visitas y de que, incluso los hombres, muchos pidieran ayudarle a misa, atraídos por su buen semblante y por su gran caridad, sin hablar de sus pequeños regalos a los ayudantes de la misa. Los directores no podían menos de sentir por él la mayor estima, y le dejaban plena libertad para ejercer su ministerio.”

Fue después de una visita a los presos cuando cayó en la calle, fulminado por un ataque de apoplejía y murió al día subsiguiente, el 28 de noviembre de 1900.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.