Claudio Francisco María Petit-Benoît de Chaffoy nació en Besançon el 7 de febrero de 1752. Después de sus estudios en los Sulpicianos y su ordenación, fue vicario general de Mons. Durfort en Besançon, antes de emigrar a Suiza en 1791. Fue nombrado obispo de Nîmes por ordenanza real del 18 de agosto de 1817 y preconizado el 24 de septiembre de 1821. Con ocasión del jubileo de 1825-1826, hizo predicar misiones en la mayoría de las parroquias de la diócesis. Fue entonces cuando invitó a los Misioneros de Provenza a establecerse en Nîmes (ver Nîmes).

El padre de Mazenod se reunió con él en 1821 y dos veces en 1825, primero en Nîmes en el mes de abril, luego en París en junio, después del establecimiento de los Oblatos en Nîmes. El 19 de junio, escribió al padre Mie, superior: “Este prelado, muy recomendable y lleno de anhelos de hacer el bien, no desea otra cosa que emplearlo a usted, según su celo parece ansiar”.

El 22 de octubre de 1825, Mons. Chaffoy mandó una carta de aprobación de las Reglas. El Fundador le escribió algunas veces en 1827, para pedirle que no hiciera predicar sin tregua a los padres y rogarle que les permitiera adquirir una casa: “La propiedad, es la garantía más segura de la estabilidad”, precisó. El 10 de marzo de 1828, el Fundador aceptó mandar un padre como capellán de la cárcel: “Nosotros lo consideramos a tal punto nuestro padre, le confiaba, que nada de lo que usted quiera proponer, nos parecerá posible rehusar. Usted piensa que nuestros misioneros harán el bien en la casa de detención. Así sea. Con la bendición de usted, es imposible que no tengan éxito. La obediencia ha obrado tantos milagros como la fe”.

Los Oblatos debieron abandonar Nîmes cuando la Revolución de julio de 1830. No volvieron después allí a causa de la oposición del abate Laresche, vicario general de Mons. de Chaffoy.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.