Nacimiento en Lesneven (Finisterre), 4 de octubre, 1832
Ordenación sacerdotal en Quimper, 21 de diciembre, 1856
Toma de hábito en Nancy, 1° de febrero, 1857
Oblación en Nancy, 28 de febrero, 1858 (n° 445)
Muerte en París, 6 de mayo, 1918.

Francisco Chalmet nació el 4 de octubre de 1832 en Lesneven, diócesis de Quimper, hijo de Nicolás Chalmet y de María Ana Vignioboul. Hizo los estudios secundarios en el colegio de Lesneven y en el seminario mayor de Quimper, donde fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1856. Comenzó su noviciado en Nancy, el 1° de febrero de 1857, hizo allí su oblación en manos de Mons. de Mazenod, el 28 de febrero de 1858. En sus notas sobre algunos escolásticos, Mons. de Mazenod escribió: “Chalmet, de una rara perfección, tan agradable y amable como bondadoso”.

Después de su oblación, el padre Chalmet se quedó en Nancy hasta 1864, primeramente como socio del maestro de novicios, luego como padre maestro en 1862 y director de la residencia de Notre-Dame de Sión en 1863-1864. De 1864 a 1918, trabajó en la diócesis de París, como capellán del internado de Nuestra Señora de Loreto, en Saint-Mandé de 1864 a 1893; encargado de la capilla de la casa general, desde 1893 hasta la expulsión en 1904 y confesor en la iglesia de la Trinidad hasta su muerte, ocurrida el 6 de mayo de 1918. Igualmente predicó cada año algunos retiros, sobre todo a las Hermanas de la Sagrada Familia de Burdeos, en Francia y en Bélgica.

El autor de su nota necrológica escribió: “En Nancy como en París, fue un hombre de Dios y de las almas; hombre de Dios por una vida religiosa de una observancia ejemplar y de una caridad a la que nadie pudo jamás hallar defecto, y hombre de las almas por un celo y una abnegación a toda prueba […] Todos los Oblatos concuerdan en decir que, en el momento de su profesión, debía de haber agregado a los tres votos religiosos, el de ser siempre afable, gracioso, atento a pronunciar aquella palabra que pone la sonrisa en los labios y la alegría en el corazón ¡Esto debe haber sido verdad, pues fue tan fiel en realizar este programa!” Al anunciar su muerte, el 9 de mayo de 1918, el padre J. Buffier agregó: nuestra vida de comunidad “pierde un corazón excelente que siempre supo poner un rayo de sol en los momentos más sombríos […] Su robusta constitución cedió ante una segunda crisis de riñones que duró sólo ocho días”.

YVON BEAUDOIN, O.M.I