Nació en Chimilin (Isère) el 21 de diciembre de 1832
Tomó el hábito en N.-D. de Sion el 7 de setiembre de 1857
Profesó en Nancy el 1 de noviembre de 1859 (nº 493)
Falleció en Waregem el 29 de agosto de 1907

Juan Bautista Guinet nació en Chimilin, municipio del cantón de Beauvoisin, diócesis de Grenoble, el 21 de diciembre de 1832. Era el último hijo de una familia numerosa que contó dos religiosas y dos sacerdotes. Su padre se opuso mucho tiempo a su vocación. Tomó el hábito en Notre-Dame de Sion el 7 de setiembre de 1857 y emitió allí los primeros votos el 8 de setiembre de 1858. Sin embargo, hizo el noviciado en Nancy. En sus notas, el padre Berne, entonces maestro de novicios, siempre ve solo en este hermano cualidades y virtudes. Ya en el otoño de 1857 escribe: “Guinet, piadoso, grave en los ejercicios, se hace amar por todos por sus servicios inteligentes… Juicio perfectamente recto, observante con una sagacidad y una exactitud raras. Ya sólido en las virtudes religiosas, buscando a Dios sin consideración con los hombres, atento a vencerse y a prever lo que pudiera alterar la caridad fraterna, plenamente adentrado en el espíritu de su estado que ama profundamente. Será un sujeto precioso”. En mayo el maestro de novicios escribe aún: “Su buena conducta, su buen espíritu, su piedad, su sincero deseo de hacerse buen religioso, su aplicación al trabajo no se han desmentido nunca. Justifica cada vez más las esperanzas que hemos concebido sobre él”.

Sin emitir los votos de cinco años, el hermano hace la oblación perpetua el 1 de noviembre de 1859 y se queda en Nancy donde es procurador de la casa, hortelano y ropero. Se le manda a Angers cuando se funda esa casa en 1860. Enmayo de 1863 va a Talence al funeral de su hermano, el padre Francisco Javier, provincial del Mediodía, y el superior de esa casa, el padre León Delpeuch, obtiene de los superiores el permiso de conservarlo como sacristán de aquella importante parroquia y santuario oblato.

En 1867, a instancias del padre Toussaint Rambert, nombrado superior del escolasticado, el hermano Guinet recibe la obediencia para Autun. Seguirá luego a los escolásticos en las diversas casas hasta los últimos años de su vida: en Autun, de 1867 hasta las expulsiones de 1880, en Inchicore de 1880 a 1884, en Belcamp-Hall de 1884 a 1888, en Bleyerheide (Holanda) de 1888 a 1891, en Lieja (Bélgica) de 1891 a 1903. En 1903 recibe la obediencia para el juniorado de Waregem, donde es superior su sobrino, el padre Antonino Guinet.

En todas partes el hermano es asistente ecónomo y sobre todo hortelano competente y gran trabajador. Igualmente ha sido un religioso ejemplar. El autor de su nota necrológica escribe: “El hermano Guinet era de verdad un hombre. Había recibido de Dios un alma viril, una inteligencia abierta y práctica, un juicio recto, un exquisito buen serntido, una voluntad fuerte, un corazón entregado. A estos dones naturales Dios había añadido los dones sobrenaturales que constituyen al verdadero religioso: un gran espíritu de fe, una humildad sincera, el amor de Dios, la caridad para con el prójimo, una entrega dispuesta al sacrificio. Los votos, las reglas, las órdenes de los superiores, las disposiciones de la divina Providencia, en una palabra, las manifestaciones de la voluntad de Dios, lo encontraban siempre dispuesto a obedecer […] Se complacía en medio de sus hermanos y contribuía, en buena parte, a mantener entre ellos esa unión fraterna que hace el encanto de la vida de comunidad. Muchos hermanos han sido alentados, instruidos, consolados por él. El amor a la Congregación y el celo por las almas le inspiraban ese apostolado interior; el mismo celo le guiaba en sus relaciones con los miembros de su familia y otros conocidos. Estaba muy ilustrado en las vías espirituales y era perfectamente capaz de dar excelentes consejos a las almas que aspiran a la perfección. Era verdaderamente piadoso; amaba la oración y los ejercicios religiosos…”

Durante la guerra, en 1870, con los otros hermanos de Autun, había sido movilizado durante unos meses en la Guardia nacional. Allí atrapó, al dormir fuera, reumatismos que al final de su vida formaron un tumor canceroso en el nervio del muslo derecho. Tuvo que guardar cama a principios de agosto de 1907 y murió el 29 de agosto a los 75 años de edad.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.