Nacimiento en: Cloître Playben (Finistère), Julio 7, 1833.
Toma de hábito en: Nancy, Mayo 3, 1858 (N. 455).
Ordenación sacerdotal en: Marsella, Junio 23, 1859.
Muerte en: Borella, Ceylán, Diciembre 13, 1916.

 

Yves Le Cam nació en Cloître-Pleyben, diócesis de Quimper, Francia, el 7 de julio de 1833. Después de siete años de estudio en el seminario menor en Pont-Croix y dos en el seminario mayor en Quimper, comenzó su noviciado en Nancy el 1° de mayo de 1857, tomando votos en el lugar el 3 de mayo del año siguiente. Realizó su escolasticado en  Montolivet (1858-1859) y el Obispo de Mazenod lo ordenó sacerdote el 23 de junio de  1859. En sus reportes de junio de 1857, el maestro de novicios escribió que los Hermanos  Le Cam y Le Bihan “habían hecho el sacrificio de renunciar al rapé de forma admirable.” Las notas de los meses siguientes sobre el Hermano Le Cam dicen “es bastante tímido, algo escrupuloso, muy callado, exacto y puntual”. En 1859, el Padre Antonio Mouchette, moderador de los escolásticos, escribió: “este escolástico es aún muy escrupuloso, no muy comunicativo, pero “está más adaptado y mejor en todo lo interior, porque en el exterior es muy bueno. Sus talentos son pobres, pero es valiente y perseverante. No dudo que será un buen trabajador. Obtendrá mucho al preocuparse por los demás; así se liberará de  concentrarse en sí mismo”.

Después de algunos meses en Notre-Dame de la Garde en el verano de 1859, recibió su obediencia para Ceylán. Llegó a Colombo el 19 de diciembre. Trabajó en el vicariato de Jaffna por 36 años: en Batticaloa (1860-1866), Point Pedro (1866-1869, 1875-1883), Valigamam (1889-1875), Kayts (1883-1884), Akkaraipattu (1884-1885), posteriormente en Jaffna como pastor en la catedral (1885-1892), Saint James (1892-1895). En 1895 fue enviado a la arquidiócesis de Colombo. Trabajó en Puttalam (1895-1900), Negombo (1900), Pettah (1901), Kotahena (1902), y de nuevo en Negombo (1902-1916).

El autor de un obituario manuscrito, escribió: “Durante toda su vida, el Padre Le Cam se dedicó al estudio serio de las cuestiones de doctrina e históricas. No es exageración decir que pocos de sus compañeros le igualaban en su conocimiento de teología moral. Su gran conocimiento del tema, junto con su sentido común y buen juicio Bretón, le hicieron idóneo para el ministerio confesional, que de hecho fue su trabajo predilecto en sus últimos años. Justo al final, cultivó el gusto por la hagiografía e historia de la Iglesia, que alimentó su piedad, teniendo el arte de poder utilizarlo para hacer sus instrucciones interesantes y  estimadas”.

A principios de diciembre de 1916 enfermó y fue llevado a la casa del arzobispo en Colombo (Borella), donde falleció el 13 de diciembre, a los 84 años.

Yvon Beaudoin, o.m.i.