Nacimiento en: Saint-Thégonnec (Finistère), Diciembre 10, 1833
Toma de hábito en: Nancy, Mayo 1°, 1857.
Oblación en: Nancy, Mayo 3, 1858 (N. 454).
Ordenación sacerdotal en: Marsella, Junio 23, 1859.
Muerte en: Roma, Lesoto, Septiembre 8, 1916.

Francisco Guillermo María Le Bihan nació el 10 de diciembre de 1833 en Saint-Théogonnec, diócesis de Quimper, Francia. Sus padres fueron Yves Le Bihan y Gabriela Le Floc’h.  Después de sus estudios en el colegio de Saint-Pol-de Léon y año y medio de teología en el seminario mayor de Quimper, comenzó su noviciado en Nancy, el 1° de mayo de 1857, tomando votos en el lugar el 3 de mayo de 1858. En sus reportes, el maestro de novicios comentaba que el Hermano Le Bihan era “una excelente persona” y “virtuoso y firme”. “Es muy virtuoso, piadoso, ama el trabajo, es dedicado; es un excelente enfermero”. En 1858-1859 estuvo en Montolivet, donde el Padre Antonio Mouchette, moderador de los escolásticos, encontró que era “un excelente religioso, lleno de buena voluntad” “demasiado tímido”, desgarbado y extraño. Algunas veces da motivos para dudar de su juicio, pero será un “excelente misionero”. El Obispo de Mazenod lo ordenó al sacerdocio el 23 de junio de 1859 y de inmediato le dio obediencia para el vicariato de Natal.

Trabajó tres años en la misión Saint-Michel, cerca de Ixopo. Posteriormente fue a Roma (Motse oa M’a Jesu), Basutolandia (Lesoto). A menudo tenía oportunidad de viajar a Natal en carreta tirada por bueyes, a 500 km, para comprar provisiones para la misión. Fue a   Pietermaritzburg a encontrar a las Hermanas de la Sagrada Familia de Bordeaux, quienes llegaron para ayudar a los Oblatos en la evangelización de Basutolandia. En octubre de 1867 el Padre Le Bihan, en compañía del Padre Hidien, fue el primero en cruzar a caballo de Drakensberg a Pietermaritzburg en siete días. Fue una hazaña en esa época, pues nadie había cruzado esa cadena montañosa.

Estuvo en Bloemfontein de 1871 a 1876, después en Kimberley (ciudad de los diamantes), donde reemplazó al Padre Anatolio Hidien, que había fallecido recientemente. Continuando el trabajo de su predecesor, comenzó la construcción de una iglesia, escuelas y un hospital. La mayoría de quienes habían llegado de Europa y América habían contraído la fiebre y fallecido. El Padre Le Bihan visitaba a los pacientes y oficiaba en sus funerales. “Estos  aventureros que habían sido atraídos por su sed de ganancias, vivían en una tienda en condiciones deplorables de higiene.” Escribió entonces el Padre Francisco Le Bihan. Era hora de ir a Transvaal, donde por ley los sacerdotes no eran admitidos. Visitó Potchefstroom e hizo contacto con cerca de treinta católicos. El Sr. Henry Donaghue le recibió en forma hospitalaria; bendijo el matrimonio de su hija, además de bautizar a varios niños. Incluso obtuvo de parte del Presidente Pretorio un lugar para construir una iglesia.

Fue en esa época también que el Obispo Carlos Jolivet llegó a visitarlo y lo nombró  superior en Roma. En 1882 fundó la misión de Montolivet y poco después le encontramos en Samaria, donde fue el primer sacerdote. Durante la primera Guerra de los Bóer, se unió al regimiento del Jefe Maama y de hecho, aconsejó al Jefe Letsie buscar la paz con los Británicos. Como recompensa por su intervención, Letsie le ofreció un lugar de su elección, para una misión. Por lo tanto, el Padre Le Bihan viajó por todo el país y descubrió las cataratas Moletsunyane. A su regreso a la misión de Roma, fue llamado a Maseru, que era la residencia del cónsul británico, el Sr. Clarke, quien le solicitó colaborar en la preparación del primer mapa geográfico de Basutolandia. Al contarle acerca de su descubrimiento, el Sr. Clarke salió de inmediato a ver por sí mismo las cataratas, que medían 190 metros. Hasta entonces eran desconocidas y ahora llevan el nombre de Cataratas Le Bihan.

El Padre Le Bihan falleció en Roma el 8 de septiembre de 1916 y fue sepultado cerca de su amigo, el Padre José Gerard, con quien, si podemos decirlo, fue uno de los más grandes misioneros del sur de África. Fue un verdadero pionero, de fortaleza hercúlea y visión profética. Será recordado con el nombre Ntate Lobiane.

Yvon Beaudoin y Guy Gaudreau, o.m.i.