Nace en Aouze (Vosgos) el 23 de junio de 1824
Toma el hábito en N.S. de l’Osier el 7 de noviembre de 1847
Oblación en Marsella el 8 de noviembre de 1848 (n. 224)
Ordenado sacerdote en Marsella el 24 de junio de 1849
Muere en Autun el 17 de febrero de 1890.

Juan José Marchal nació en Aouze, diócesis de Saint-Dié el 23 de junio de 1824. Entrado en el noviciado de N.S. de l’Osier el 7 de noviembre de 1847, hizo la oblación en el Seminario mayor de Marsella el 8 de noviembre de 1848. Tras un año de estudios en el seminario para terminar la teología, fue ordenado sacerdote por Mons. de Mazenod el 24 de junio de 1849.

Es nombrado inmediatamente director espiritual de los escolásticos en el seminario mayor de Marsella, cargo que ejerce hasta 1853, a la vez que enseña Sagrada Escritura en 1849 y 1850, filosofía en 1850-1851, y liturgia de 1850 a 1853. En 1864 es enviado, con los padres Dassy y Brun a Cléry , parroquia y santuario mariano que la Congregación acaba de aceptar a petición de Mons. Dupanloup, obispo de Orleáns. Queda allí hasta la salida de los oblatos en 1865. Se ocupa siempre de la parroquia, pero predica a menudo misiones y retiros. De 1865 a 1870 predica en varias diócesis, especialmente en Limoges y Tours. Es superior y párroco en Talence de 1870 a 1877, y luego superior y párroco en San Juan de Autun, de 1877 hasta su muerte en 1890.

El 13 de febrero de 1890 le ataca repentinamente la parálisis. Al punto se le administra el sacramento de los enfermos. Muere el 17 de febrero. Muy conocido y apreciado en Autun, sus funerales tuvieron algo de triunfal. El cronista de Missions, (1891, p. 371) escribe: “La vasta iglesia de San Juan estaba repleta. Ofició el párroco de Nuestra-Señora. El Sr. arcipreste de la catedral hizo con visible emoción el elogio del difunto y nos hizo admirar en nuestro Padre, al amigo de los niños y al padre de los pobres. Niños y pobres estaban allí para dar autenticidad al elogio fúnebre y para hacerlo penetrar con emoción en todos los corazones. El Sr. Vicario general Mangematin presidió la ceremonia del responso y luego un interminable cortejo de canónigos, sacerdotes, religiosas, amigos, feligreses, niños y pobres, llevó hasta su última morada el cuerpo del muy llorado padre Marchal…”

YVON BEAUDOIN, O.M.I.