Nacimiento en Vogué (Ardèche) el 23 de mayo de 1837
Toma de hábito en N.-D. de l’Osier el 27 de setiembre de 1858
Oblación en Montolivet, el 27 de mayo de 1860 (nº 509)
Ordenación sacerdotal en Marsella el 14 de julio de 1861
Muerte en Arcachon el 16 de junio de 1912.

Fermín Ozil nació en Vogué, diócesis de Viviers, el 23 de mayo de 1837. Tras un año de teología en el seminario mayor de Viviers, inició su noviciado en Notre-Dame de l’Osier el 21 de setiembre de 1858. El P. Vandenberghe, maestro de novicios, lo encuentra al principio poco formado, tímido, poco generoso y de dudosa capacidad. Pero pronto reconoce en ese novicio “virtud fácil, corazón recto, carácter inofensivo”, humildad y sumisión.

El novicio llega a Montolivet en setiembre de 1859. El P. Mouchette, moderador de los escolásticos, lo considera siempre como “excelente religioso, lleno de virtudes, de piedad y de celo, sin malicia”. Hace su oblación el 27 de mayo de 1860 ante Mons. de Mazenod, y es ordenado sacerdote por Mons. Jacques Jeancard el 14 de julio de 1861.

Después de su ordenación el P. Ozil habita en la casa del Calvario y atiende a los huérfanos de Nazareth. En 1862 va a residir en Notre-Dame de la Garde y se ocupa de la obra de los jóvenes ciegos fundada por el P. Dassy. Resulta difícil después conocer con precisión las obediencias del padre. Se conservan pocas cartas de él y la revista Missions OMI menciona pocas veces su nombre. Es misionero en Angers en 1865-1868, en Talence en 1874, y después casi siempre es vicario o párroco en Arcachon, menos unos años en Saint-Andelain, en 1890-1893, en Autun, en 1893-1894, y en Santo Tomás de Jersey en 1895. En 1890 algunos feligreses de Arcachon se quejan del ministerio de los oblatos y del párroco, padre Ozil, a quien el P. Fabre envía a Saint-Andelain. Centenares de fieles firman entonces peticiones requiriendo la vuelta del párroco. En la del 24 de enero escriben: “Nos enteramos hoy mismo de la salida de Arcachon del padre Ozil, sacerdote en la iglesia Notre-Dame. Nosotros los infrascritos, testigos de los señalados servicios que este excelente padre prestaba a todos los parroquianos y particularmente a los pobres, a quienes él sobre todo entre todos los miembros del clero conocía y a quienes él solo visitaba. Testigos del desconsuelo unánime que sienten los desdichados a causa de esa salida precipitada y que nada hacía prever, sintiendo nosotros mismos una gran pena por ese cambio que nos priva de un excelente amigo y de un consejo inapreciable, pensando que la medida que ha motivado el desplazamiento del P. Ozil no había tomado en cuenta el inmenso vacío que su partida deja a la cabecera de los enfermos y de los desgraciados, venimos a suplicarle que se digne hacerle volver a Arcachon , de donde usted nunca lo habría sacado si hubiera podido imaginar las vivas simpatías que su piedad, su bondad y su carácter tan franco y tan abierto le habían sabido atraer…”

Después de unos años, el padre volvió a Arcachon, donde falleció el 16 de junio de 1912.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.