Nacimiento en: Corte, Corsica, Diciembre 19, 1822
Toma de hábito en: N.-D. de l’Osier, Abril 6, 1845.
Oblación en: N.-D. de l’Osier, Abril 7, 1846 (N. 155).
Ordenación sacerdotal en: Marsella, Junio 28, 1846.
Muerte en: Kotahena, Ceylán, Mayo 1°, 1893.

Domingo Pulicani nació en Corte, Corsica, el 19 de diciembre de 1822. Fue seminarista en  Ajaccio y solicitó ser Oblato. Al principio el Fundador deseaba que hiciera su noviciado en el seminario y continuara estudiando teología, pero en 1845 lo envió a Notre-Dame de l’Osier, donde tomó el hábito el 6 de abril. El Obispo de Mazenod escribió al Padre  Vincens, superior del noviciado: Nuestros Padres en Corsica “me están enviando al candidato más capaz y virtuoso en su seminario”. Domingo Pulicani hizo votos el 7 de abril de 1846. El Consejo General lo había admitido en su reunión del 11 de marzo anterior. Las minutas de dicha reunión dicen: “este joven había permanecido por varios años en el seminario mayor de Ajaccio, observado por nuestros Padres; durante todo ese tiempo se distinguió por su piedad, dedicación al estudio y avance en las ciencias teológicas. Al llegar al sub-diaconado, solicitó ser admitido en la Congregación y fue enviado al noviciado en   Notre-Dame de l’Osier. Desde su llegada y hasta el momento, no ha perdido su fervor y regularidad.” Solicitó y le fue concedida la cruz de la oblación del Padre Francisco-Noël Moreau, quien falleció en Ajaccio el 2 de febrero de 1846, siendo superior del seminario.

Así, el escolástico Pulicani fue ordenado sacerdote en Marsella, el 28 de junio de 1846. Fue enviado de inmediato a Notre-Dame de Bon Secours y a hacerse cargo de algunos juniores, a quienes el Padre Dassy había reunido para prepararlos para predicar.

En febrero de 1849 el Padre Pulicani fue enviado a Algeria junto con otros sacerdotes. El Obispo L.A. Pavy había ofrecido encomendarles el ministerio parroquial en Blida, así como el ministerio en el hospital de la ciudad. Sin embargo, los envió en vez de ello a algún lugar fuera de la ciudad y les pidió ocuparse de siete aldeas bastante distantes entre ellas, en las que los habitantes eran europeos y no practicaban su religión. El Padre Pulicani, asesor del  Padre Viala, Superior, trabajó en Chiffa y Mouzaia. En julio de 1850 el Obispo de Mazenod llamó de regreso a los Oblatos en Algeria, diciendo que “nuestros Padres no están en el lugar que les corresponde en Algeria”.

El Padre Pulicani fue destinado a Sudáfrica, pero eventualmente fue a Ceylán, donde los Vicarios Apostólicos solicitaban en especial Oblatos italianos. Viajó con tres Oblatos más y fue asignado al vicariato apostólico de Colombo. El Obispo de Mazenod informó al Padre Semeria, superior de Jaffna, que le enviaba “verdaderas joyas”. El Padre Pulicani, el mayor de los dos, “es un verdadero santo y de agradable carácter” aunque no hecho para ser superior o tesorero.

Trabajó en varios pueblos: antes que nada en Moratuwa, Kalutara y Duwa. En 1858 se encontraba en Kandy, de donde fue a Siyanna Korale en 1861, volviendo a Duwa en 1864. En 1866 los Oblatos salieron del vicariato de Colombo y se agruparon todos en Jaffna. El Obispo Semeria falleció en enero de 1868, siendo sucedido por el Obispo Cristóbal  Bonjean. En 1869 el Obispo nombró al Padre Pulicani como Vicario General, subrayando que tenía una aptitud sobresaliente para la administración. Entre otras cosas, el obispo escribió: “El Padre Pulicani comprende muy bien los asuntos de negocios. Ha trabajado tanto en el norte como el sur, en casi toda la isla; tiene un profundo conocimiento de las personas, de la cosas y de su historia.  Su celo no decaerá ante nada, su prudencia superará cualquier eventualidad. Su piedad le hace un modelo viviente para todos los religiosos de las virtudes sacerdotales. Y a todo ello se debe una gran perspicacia y constancia inquebrantable. Si muriera aquí y ahora, él es el único que podría reemplazarme. Es estimado y venerado por todos nuestros miembros”.

En 1883, la Congregación de la Propaganda encomendó el vicariato apostólico de Colombo a los Oblatos, asignando al Obispo Bonjean al lugar. El Padre Pulicani fue con él y trabajó en varios lugares. En 1888 se convirtió en maestro de novicios en Bambalapitiya y en 1889 fue nombrado superior en Kotahena. Su mala salud no le permitió ya trabajar y falleció el 1° de mayo de 1893.  El autor de su obituario escribió: “La característica especial del Padre  Pulicani, como la de su divino Maestro, fue la bondad y humildad de corazón. Su única preocupación era ser agradable con los demás, su único temor, que pudiera ofenderlos. Siempre fue bondadoso y condescendiente y solo vio el bien en los demás. En todas las personas a las que dirigió inspiró una gran confianza y valor. Aunque de pocas palabras, alguna palabra de él o incluso su sola presencia, era un sermón elocuente”, Hablaba italiano, francés, latín, inglés, cingalés y tamil con la misma facilidad.

Yvon Beaudoin, o.m.i.