Nacimiento en Saint-Chamond (Loire), el 21 de marzo de 1834.
Toma de hábito en Notre-Dame de l’Osier, el 11 de septiembre de 1858.
Oblación en Montolivet, el 27 de mayo de 1860 (nº 506).
Ordenación sacerdotal en Marsella, el 14 de julio de 1861.
Salida de la Congregación, el 16 de agosto de 1864.

Henri Rivory nace en Saint-Chamond, diócesis de Lyon, el 21 de marzo de 1834. Hace un año de teología en Lyon, cuando se ve obligado a ir al ejército, donde pasa dos años. Durante una enfermedad, conoce a las Hermanas de la Caridad, que cuidan de él. Ellas lo hacen piadoso y le ponen en contacto con los oblatos. Comienza su noviciado en Notre-Dame de l’Osier, el 11 de septiembre de 1858. El padre Vandenberghe, maestro de novicios, no vio al principio en él más que cualidades: “virtud dócil y generosa”, “sentido exquisito, alma escogida”, “muy edificante y de temperamento constante”, “modelo de piedad y de regularidad”. Después descubre algunas faltas: “un poco complaciente con sí mismo”, “un poco de arrogancia y susceptibilidad”, “un fondo de amor propio”, “una inclinación secreta a aparentar”.

En septiembre de 1859, el novicio Rivory es enviado a Montolivet donde, siempre juzgado de forma positiva por el padre Mouchette, moderador de escolásticos, hace su oblación ante Mons. de Mazenod el 27 de mayo de 1860 y es ordenado sacerdote por Mons. Jeancard, el 14 de julio de 1861.

Tras su ordenación, es enviado a Autun como misionero. Su salud no le permite continuar con tan duro ministerio. El 8 de septiembre de 1862, es nombrado ecónomo del escolasticado del Sagrado Corazón de Autun. Según su correspondencia, trata con superioridad a los escolásticos que no le querían y que le rehuían. En abril de 1863, el padre deja Autun sin permiso y se retira con su familia. Según el “Registre du personnel” de 1862-1863, el provincial consiguió hacerle volver a la Congregación, al principio en Aix, y después en Notre-Dame de l’Osier y en Vico. En las actas del Consejo General del 3 de febrero de 1864, se puede leer: “Acusaciones graves de seducción presentadas contra los padres Sacré, Viviers y Rivory. El consejo, dolorosamente afectado por esta gangrena horrible y deplorable que infecta a numerosos miembros de la Congregación, ha manifestado el deseo de expulsar a todos, cuanto más que los avisos dados no sirvieron en modo alguno para que se corrigieran”.

Por una carta del 5 del 13 de agosto de 1864, el padre Rivory solicita la dispensa de sus votos por motivos de salud. En la reunión del 16 de agosto de 1864 “el consejo, considerando que la apostasía es la única razón de dicho padre, ha consentido irrevocablemente, a solicitud de nuestro muy reverendo padre general, concederle la dispensa”.

Yvon Beaudoin, o.m.i.