Del 30 de mayo al 3 de junio, la comunidad oblata en Turkmenistán dio la bienvenida a varias visitas importantes. Los PP. Andrzej MADEJ y Rafał CHILIMONIUK recibieron al Nuncio Apostólico en Turquía, Turkmenistán y Azerbaiyán, el arzobispo Paul Russell; los Consejeros generales para Europa y Asia, los PP. Antoni BOCHM y Peter STOLL, al Provincial de la Provincia Polaca, Padre Paweł ZAJĄC. La comunidad de Ashgabat debe su existencia a la cooperación de las provincias oblatas de Polonia y los Estados Unidos.

Hubo varias ocasiones para hablar sobre la historia y el estado actual de la misión, las necesidades de los feligreses y la situación de la Iglesia en Asia Central. Los católicos del lugar acogieron amablemente a los invitados. Entre otras cosas, se organizaron dos reuniones nocturnas durante las cuales tuvieron numerosas palabras de gratitud por la presencia de los oblatos en Turkmenistán durante 21 años, manifestando también la esperanza en el refuerzo de dicha presencia.

La celebración dominical del Preciosísimo Cuerpo y Sangre de Cristo fue el punto culminante de la visita. El Nuncio Apostólico presidió la liturgia, incluida la tradicional procesión eucarística a lo largo de cuatro altares erigidos en el patio de la Nunciatura.

Tras la liturgia, todos participaron en un concierto preparado por jóvenes y mayores de talento. También hubo un tradicional pilaw (arroz con cordero) y danzas turcomanas.

Mgr. Russell, P. Madej y P. Zając. con el Ministro de Asuntos Exteriores de Turkmenistán, Raşit Meredov

Se tuvieron más conversaciones sobre la situación de la Misión y su posible evolución durante la audiencia con el Ministro de Asuntos Exteriores de Turkmenistán, Raşit Meredov, del Arzobispo Russell, Padre Madej (Superior de la Misión) y Padre Zając. El Ministro tuvo numerosas palabras amables para con el Santo Padre, Papa Francisco, así como palabras de agradecimiento por la presencia de la Nunciatura Apostólica en Ashgabat y el trabajo de los Misioneros Oblatos. La reunión dio a todos los participantes grandes esperanzas de un mayor desarrollo de la comunidad católica en Turkmenistán.