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El Superior General, en su homilía del 25 de enero, se centró en el tema de “Conversión”, inspirándose en las experiencias transformadoras de San Pablo y San Eugenio de Mazenod.
La homilía del Superior General el 25 de enero de 2024, en la Casa General en Roma, se sumergió en la conexión profunda entre la Fiesta de la Conversión de San Pablo y la Comunidad Oblata hace 208 años en Aix-en-Provence. Las reflexiones del Padre Chicho se centraron en el tema de “Conversión”, extrayendo inspiración de las experiencias transformadoras de San Pablo y San Eugenio De Mazenod.
Viviendo una Vida Centrada en Cristo
Resaltando la transformación de San Pablo y San Eugenio al encontrarse con Jesús, el Superior General subrayó el cambio desde perspectivas ideológicas hasta hacer de Cristo el punto focal de sus vidas. El Padre Chicho desafió a la congregación a introspectar: ¿Permea genuinamente Cristo nuestros pensamientos, emociones, acciones y prácticas religiosas? ¿Le estamos permitiendo a Cristo dar forma a nuestras vidas en todos los aspectos? Ser como Pablo y el Fundador significa aspirar a ser otro Cristo en la tierra, comprendiéndolo, reflejándolo y permitiendo que Su influencia florezca dentro de nosotros.
Servicio a los Pobres
El Padre Chicho subrayó que un encuentro auténtico con Cristo no solo impulsa la conversión personal, sino que también confiere una misión a los individuos, ejemplificada por San Pablo y San Eugenio. El Superior General desafió a la congregación a evaluar si las necesidades genuinas de salvación y liberación de los pobres influyen en nuestros planes. Afirmó: “Nuestra misión es estar continuamente en movimiento, buscando a los más abandonados, explorando todas las vías para proclamar el Evangelio”. El llamado es estar atentos a los clamores de los pobres, de la Iglesia y incluso de nuestra Casa Común. ¿Estamos, como misioneros, realmente colocando las necesidades de los pobres en el centro de nuestra misión?
Caridad, Caridad, Caridad
Enfatizando el profundo impacto de San Pablo y San Eugenio en la formación de comunidades enraizadas en la comunión misionera y los valores evangélicos, el Superior General instó a cada comunidad a esforzarse por reflejar la Trinidad. Reflexionando sobre los orígenes de la comunidad de Aix, el Padre Chicho se maravilló de su viaje resiliente, emergiendo de humildes comienzos y prosperando a través del amor recíproco. El duradero testamento de caridad, celo y comunión misionera de San Eugenio se convirtió en el fundamento de la congregación. “La caridad es la expresión de esta comunión misionera”. El Padre Chicho reiteró el testamento de San Eugenio, desafiando a cada individuo a contribuir a la alegría y cumplimiento de sus hermanos de comunidad.
En resumen, el Superior General aboga por un enfoque comunal para enfrentar los desafíos de la era contemporánea. El Padre Chicho extiende una sincera invitación a la congregación y a toda la comunidad Carismática, alentándolos a permitir que el Espíritu de Jesús ilumine sus caminos. Invita y desafía a todos a evaluar si son genuinamente centrados en Cristo, dedicados a servir a los pobres y orientados hacia la comunidad.
Que la Virgen María Inmaculada, San Eugenio y nuestros Oblatos Beatos intercedan por nosotros, guiándonos para ser peregrinos de esperanza en comunión. Amén.
