Nacimiento en Hostun (Drôme), Francia, Septiembre 20, 1821
Toma de hábito en N.-D. de l’Osier, Septiembre 13, 1843
Oblación en N.-D. de l’Osier, Septiembre 14, 1844 (No. 130)
Ordenación sacerdotal en Walla Walla, Oregon, Enero 2, 1848
Muerte en New Westminster, British Colombia, Mayo 28, 1892.

 

Eugenio Casimiro Chirouse nació el 20 de septiembre de 1821 en Hostun, diócesis de Valence, Francia. Sus padres fueron  José Chirouse, granjero, y María Barbier. Estudió en el colegio de  Crozite, Valence, y en el juniorado de Notre-Dame de Lumières. El 13 de septiembre de 1843 ingresó al noviciado en Notre-Dame de l’Osier, donde tomó sus votos el 14 de septiembre de 1844. Después de dos años y algunos meses de estudios teológicos en el seminario mayor de Marsella, recibió su obediencia para Oregon. Salió el 22 de enero de 1847 con el Padre Pascual Ricard y los escolásticos Carlos Pandosy y Jorge Blanchet. Al anunciar la partida de estos primeros misioneros hacia Oregon, el Obispo de Mazenod tuvo unas palabras especiales para alabar su virtud. Escribiendo al Obispo Guigues el 8 y 24 de enero, dijo: “En cuanto a los Oblatos (escolásticos) he elegido al joven más santo entre ellos (Chirouse)  un hombre cabal, con suficiente talento, lleno de sentido común y buen juicio, gentil, bueno, un ángel en opinión de todos… es encantador, siempre risueño y agradable…” Envió un extracto de las notas del maestro de novicios y superior al Obispo Magloire Blanchet de Walla Walla el 22 de enero: “siempre muy sabio, buen religioso y ardiente misionero, un joven que inspira esperanza”.

A lo largo de su vida, Casimiro Chirouse confirmó que la opinión que tenían de él en el noviciado estaba justificada. Era sobre todo, un buen misionero, ardiente. El 2 de enero de 1848 fue ordenado sacerdote por el Obispo Magloire Blanchet en Walla Walla, el primero ordenado en el estado de Washington. Durante ese primer año, el Obispo de Mazenod no recibió muchas cartas y comenzó a preocuparse. Las primeras noticias recibidas no eran buenas. Respondió al Padre Ricard el 10 de febrero de 1849: “Encuentro difícil comprender por qué los dos jóvenes sacerdotes no están de acuerdo entre ellos como debieran y como lo harían dos buenos hermanos, en especial por estar tan alejados de su padre común. ¡Oh, es intolerable! Qué importa la diferencia en caracteres, cuando la gente tiene una misma forma de pensar y sentir”.

Al inicio, los Padres Pandosy y Chirouse vivían juntos, cerca de los amerindios Yakima, trabajando en las misiones de Rose e Immaculate Conception. En 1851, el Padre Chirouse fue para permanecer en la misión de Saint Anne, con los Cayuses. En 1853, el Obispo de Mazenod estaba preocupado de que estos dos sacerdotes estuvieran aislados y escribió el 11 de noviembre al Padre Luis D’Herbomez: “También estoy preocupado por la vida aislada y nómada de nuestros jóvenes Padres Pandosy y Chirouse. Nunca fue mi intención que nuestros Padres permanecieran separados por largos períodos. El aislamiento puede tolerarse muy raramente y por períodos cortos”.

En 1854 el Obispo de Mazenod envió más misioneros. El Padre Pedro Luis Richard fue a ayudar al Padre Chirouse en Saint Anne. Todas las misiones fueron destruidas durante la Guerra entre la gente de Estados Unidos y los amerindios, en 1855-1858, Los Padres buscaron refugio temporal con los Jesuitas en Colville. El 15 de noviembre de 1856, el Obispo de Mazenod aconsejó al superior, Padre Ricard, no reconstruirlas inmediatamente y llevar a los misioneros a la misión en Olympia, al sur de Puget Sound “para que puedan beneficiarse de la vida en comunidad al menos por un tiempo, refrescándose en el espíritu de la vida interior y la práctica de sus deberes como religiosos. Sabemos bien cuánto necesita de todo ello el Padre Chirouse”.

Después de dichos sucesos, el Padre Chirouse fue a fundar la misión de Saint Joachim de Snohomish en Tulalip, al norte de Puget Sound. Trabajó con gran celo y éxito en esta misión de 1857 a 1878, abriendo una escuela católica para los amerindios. De 1879 hasta su muerte vivió algunas veces en New Westminster y otras en Sainte Marie en British Colombia. Fue uno de los consejeros del vicario de misiones y maestro de novicios. Falleció en New Westminster el 28 de Mayo de 1892.

¿Qué fue lo que alguien escribió al Fundador en 1858? ¿Por qué habría escrito confidencialmente al Padre Casimiro Aubert? : “el Padre Chirouse parece no tener ninguna virtud religiosa. Es sólo un operador sospechoso y nada más”. En el Personnel de 1862 se expresa una opinión más positiva: Chirouse, profundamente apegado a la Congregación; prefiere actuar en forma independiente, sin embargo es sumiso a la obediencia. Está muy consciente de su influencia en los pueblos nativos…” José C. Dakin, en su libro Commemorating the centenary of the erection of Saint Joachim’s Mission Church, 1861-1961, escribió (página 13) que el Padre Chirouse era bajo pero de complexión fuerte. La sangre de los montañeses fluía en sus venas. Era conocido como un hombre muy fuerte, pero muy bondadoso. Amaba a los amerindios y ellos lo amaban.

En una larga carta dirigida al Padre Fabre, en 1892 (Missions OMI, 1893, pp. 129-161, el Padre Emilio Bunoz dio una reseña del funeral del Padre Chirouse, realizado el 31 de mayo, durante una misión predicada a varios cientos de amerindios en la misión de Saint Marie. Entre otras cosas, escribió (pp. 144-145): “Un humilde apóstol de los pobres e iletrados, bien merecía ser acompañado a su última morada por los desheredados de la tierra. Nuestro valiente misionero fue uno de los primeros pioneros en esos primeros días en la costa del Pacífico. Habiendo llegado a Oregon en 1846 (1847), llevó su tienda a todos los campamentos con los nativos de esa vasta provincia. Al final se estableció por muchos años en Tulalip. Soportó todas las privaciones de los primeros días. Sufrió hambre y sed, sobrevivió largo tiempo sin pan y se contentaba con la peor comida. Más de una vez, para protegerse del frío, sus manos de sacerdote tuvieron que tomar una hacha y talar árboles del bosque para construirse una choza. Con San Pablo pudo realmente decir: estas manos han sido utilizadas para solucionar mis necesidades y las de la gente a mi alrededor. Ciertamente su bondad de corazón nunca faltó, aunque su cuerpo debe haber sufrido y desarrolló enfermedades que lo acompañaron hasta su muerte, recuerdos tristes y gloriosos como las de un veterano de guerra… Participó en la conversión de los Lami y los Snohomish; visitaba a los Yougoultas, bautizó por doquier a un gran número de paganos, y finalmente fundó una escuela en Tulalip, que se encuentra actualmente bajo la dirección del gobierno de los Estados Unidos. Por tanto, hizo mucho bien; su obra continúa y su nombre es bendecido en todas partes”.

Yvon Beaudoin y Gastón Carrière, o.m.i.