Nacimiento en Wixham, Inglaterra, Octubre 25, 1822
Toma de hábito en Maryvale, Diciembre 7, 1850
Oblación en N.-D. de l’Osier, Diciembre 8, 1851 (No. 320)
Ordenación sacerdotal en Marsella, Junio 26, 1853
Expulsado Enero 3, 1854.

 

Jorge Cooper nació en Wixham, Inglaterra, el 25 de octubre de 1822. El Padre Casimiro Aubert le recibió en el noviciado de Maryvale el 7 de diciembre de 1850. Continuó su noviciado en Notre-Dame de l’Osier y pronunció sus votos ante el Padre Gustavo Richard el 8 de diciembre de 1851. El Consejo General lo había admitido para profesión el 20 de noviembre anterior, con los siguientes comentarios: “Cooper es un joven d’un grand sens, aunque algo burdo en su carácter. Tomó filosofía y es versado en controversia. Dio muestra de una considerable facilidad para predicar, tiene bastante determinación y ha demostrado tener la capacidad para sufrir pacientemente el cambio de clima y comida; Trabajando más deberá estar bien. Admitido en forma unánime, debe tomar sus votos el 8 de diciembre.”

Estudió dos años de teología en el seminario mayor en Marsella. Su nombre se encuentra solo una vez en el reporte del Padre Marchal, formador de los escolásticos, en julio de  1853. Leemos: “El Hermano Cooper es una persona que elude la definición. Diría algo acerca de sus virtudes, pero me parecen tan ocultas y limitadas, que no me atrevo a llamarlas virtudes, y de sus faltas podría decir mucho. En él hay un volcán dormido esperando explotar; por fuera emite vapor y quejas, y las calumnias más atroces. Si debiera pintarlo, le daría el semblante exterior de un hipócrita, el interior de orgullo. No se lleva prácticamente con nadie. A su favor podría estar su fuerte celo y tal vez su facilidad para la controversia”.

A pesar de este juicio negativo, el Hermano Cooper había sido ordenado sacerdote por el Obispo de Mazenod el 26 de junio anterior. El Consejo General decidió su expulsión el 3 de enero de 1854 porque “se negó obstinadamente a realizar una orden recibida en nombre de la obediencia”, de ir de Liverpool a Leeds. Posteriormente envió una carta al Padre Casimiro “tan mala en substancia como en forma. Esta carta es solo un pedazo de insolencia, falso argumento, exageración; es la expresión de un orgullo herido.” Se añade que “en varias ocasiones rompió la regla de templanza, al beber licor en exceso”, que es  irregular, insubordinado, “que no hay esperanza de llevar a esta persona a reconocer sus errores.”

Yvon Beaudoin y Miguel Hughes, o.m.i.