1. En Notre-Dame du Laus
  2. En Notre-Dame de l’Osier

Nació en Briançon (Altos Alpes) el 17 de octubre de 1809
Tomó el hábito en N.-D. du Laus el 12 de febrero de 1832
Profesó en N.-D. du Laus el 17 de febrero de 1833 (nº 53)
Fue ordenado en Marsella el 2 de junio de 1833
Fue expulsado en 1840.

José Antonio Jerónimo Gignoux nació en Briançon, diócesis de Gap, el 17 de octubre de 1809. Después de su seminario, hizo el noviciado en Notre-Dame du Laus del 12 de febrero de 1832 al 17 de febrero de 1803 con el padre Hipólito Guibert como maestro. Mons. Eugenio de Mazenod, obospo de Icosia, le ordenó sacerdote en la capilla del Calvario de Marsella el 2 de junio de 1833.

Quedó luego en el Calvario. El 29 de octubre de 1833, el Fundador escribe desde Roma al padre Tempier: “Sacuda sin misericordia al padre Gignoux. Qué lástima que con tanto talento se deje llevar a ese misticismo ocioso que acabará haciéndole perder la cabeza y que entre tanto neutraliza todos los medios que tendría para hacer el bien”. El padre Casimiro Aubert, en su informe del 20 de abril de 1834 sobre los escolásticos y los padres jóvenes dice que Gignoux ha ganado poco durante su estadía en el Calvario “a causa de la singular disposición de su espíritu”.

En Notre-Dame du Laus

En la primavera de 1834 el padre Gignoux recibió la obediencia para Notre-Dame du Laus, donde el padre Mille parece apreciarlo e incluso lo considera su “único obrero” aunque la comunidad está formada por varios padres jóvenes. Con toodo, Gignoux no es muy buen religioso. El padre Casimiro Aubert, maestro de novicios en Laus en 1835-1836, le dirige todavía. El Fundador le escribe el 13 de junio de 1836: “Trata de ejercer alguna influencia sobre Gignoux para hacerle plegarse a una regularidad razonada, lo lograrás procurándote algunas conversaciones con él en las que tratarás sin afectación de la verdadera perfección”.

En noviembre-diciembre de 1836 remplaza al padre Dassy, enfermo, en la misión de Chélieu (Isère) dada por los padres de Notre-Dame de l’Osier. En enero de 1937 participa en la misión de Mane (Alpes de la Alta Provenza) con el padre Mille, y seguidamente da la de San Nicolás, solo con el padre Hermitte. El Fundador anota en su Diario el 10 de mayo de 1837 que “han regresado cansadísimos, mucho por su culpa. Estos dos padres se perjudican mutuamente”.

En Notre-Dame de l’Osier

En setiembre de 1837 es enviado a Notre-Dame de l’Osier. Confiesa al padre Chauvet que está contento de ir ahí, pero el 14 de setiembre Mons. de Mazenod recibe de él una carta “un poco singular. Va, para obedecer, a Notre-Dame de l’Osier, donde cuenta con que va a sufrir mucho”. Se habla poco de él durante dos años. Con todo, el padre Guigues manifiesta, a fines de setiembre de 1837, que Gignoux y Pélissier no son fáciles de conducir. En julio de 1838 el padre Pont es enviado a l’Osier; el padre Guigues escribe al Fundador (Diario del 6 de julio): “Pienso que ya estaba bien con el padre Gignoux para guardar la casa y no trabajar”.

A primeros de septiembre de 1839 el padre anuncia al Fundador que deja la Congregación. Este le responde el 14 de setiembre: “Dios me es testigo de que yo habría dado gustosamente mi sangre para calmar su exasperación. Apelo a usted para descargarme ante el tribunal de Dios; he hecho todo lo que de mí dependía para apartar de usted esa desgracia. Pido a Dios que aleje de usted el castigo que temo para aquellos que son infieles a su vocación. Ofrecería mi vida si creyera que ese sacrificio pudiera preservarle de esa pérdida”.

Mons. de Mazenod lo llama entonces a Marsella. Gignoux rehúsa obedecer. Como superior religioso y eclesiástico de ese padre (que fue excardinado de la diócesis de Gap el 6 de marzo de 1833) Mons. de Mazenod le intima, el 24 de noviembre, la orden de abstenerse de celebrar la misa “hasta que yo haya juzgado que su arrepentimiento es sincero y que se ha reparado suficientemente el enorme escándalo que acaba de dar”. Entre tanto puede usted retirarse con su familia para llorar su pecado. Como una carta tan paternal como la que le había escrito a la primera noticia de su desvío no ha producido ningún efecto en su corazón, no trataré de añadir otras expresiones que la del profundo dolor que su conducta me inspira”.

En noviembre recibe otra carta del padre Gignoux el Fundador que la califica como “tejido de extravagancias y de locura. No es la primera vez que me daba cuenta de que en su cerebro había algo desarreglado”(Diario, 19-11-39). En realidad los padres Gignoux y Pélissier, naturales de la diócesis de Gap, se dejaron ganar por las autoridades religiosas de la diócesis que quieren retomar, de grado o por fuerza, el santuario de Laus. Estos dos padres hicieron informes falsos sobre la gestión de los Oblatos. En noviembre Gignoux va incluso a encontrar al obispo de Gap “para vender la Congregación como Judas vendió a su maestro, escribe el Fundador en su diario el 24 de noviembre. Las autoridades religiosas de la diócesis “no dejan de conspirar para aplastar esa pobre comunidad de Laus cuyas pretendidas riquezas ambicionan… Un traidor se presenta para entregarles su madre mediante todas las calumnias que su cerebro vacío y su corazón detestable le han hecho inventar”.

En carta del 9 de diciembre de 1839 el padre Dassy, de la comunidad de l’Osier, escribe al Fundador: “Tras el gran escándalo que el Sr. Gignoux ha dado en todo el contorno de l’Osier donde antes de marchar ha intentado denigrar a todos los miembros de la comunidad, era difícil que no tuviéramos que pasar algunos días malos… Por fin, ya estamos tranquilos, no se habla de ese apóstata más que para darle los nombres y títulos con los que se ha manchado ignominiosamente…”

En agosto de 1840 el consejo general lo expulsó. Por carta del 28 de agosto el Fundador le dispensó de los votos. Tras su salida, el abate Gignoux fue párrooco en la diócesis de Gap: en Château-Queyras de 1841 a 1847 y en Aiguilles junto a Briançon de 1847 a 1860. Murio el 31 de diciembre de 1860.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.