Deseando estar más cerca de Montreal, los Oblatos salieron de Saint-Hilaire, su primera casa en territorio canadiense, para ir a Longueuil. El 2 de agosto de 1842 tomaron posesión de una gran casa, antiguo presbiterio, que pertenecía entonces a la familia Berthelet. El Padre Juan Claudio Leonard era buen amigo de la familia y convenció a Oliverio Berthelet de prestar la casa a los Oblatos por tres años. Teresa Berthelet, su hermana, hizo un donativo de quinientos luises a los Oblatos para amoblar la casa, que estaba valuada en ochocientos luises. La construcción era de piedra, de dos pisos y considerada el edificio más elegante de Longueuil. No había sido habitada por algunos años y se encontraba bastante derruida, necesitando muchas reparaciones. En una carta a los Señores Berthelet del 25 de septiembre de 1842, Eugenio de Mazenod les agradeció su colaboración. La casa aún existe, junto a la co-catedral de Saint-Jean-Longueuil.

Longueuil, maison des Oblats (AD)

El noviciado siguió a la comunidad. El 1° de agosto de 1842, Juan Claudio Leonardo Baveux, sacerdote Sulpiciano de origen francés ingresó al noviciado en  Longueuil. En Canadá se le conocía como Juan Claudio Leonardo. De 1842 a 1849 se recibieron veintisiete novicios en Longueuil. Posteriormente el noviciado se estableció en Bytown de 1849 a 1851 y después en Saint-Pierre-Apôtre, Montreal de 1851 a 1855.

Longueuil fue la plataforma de lanzamiento para los Oblatos en Canadá. En 1842 predicaban en el este. Los Padres Telmon y Dandurand predicaron una misión en Corbeau, estado de New York, en los Estados Unidos, cerca de la frontera con Canadá, comenzando en 1842. En enero de 1844 el P. Adrián Telmon fue al pueblo de Bytown, que en 1855 se convertiría en Ottawa. En mayo de 1844 el P. Pedro Fiset fue a Côte-Nord en la ribera norte del río Saint Lawrence y ese mismo mes y año, el 14, el P. Nicolás Laverlochère inició su primera misión en Témiscamingue. Más adelante iría a la fábrica Moose en la bahía James. En junio de 1844 el Padre Médard Bourassa salió hacia las misiones con los amerindios en Haut-Saint-Maurice. En octubre de ese año el P. Juan Bautista Honorat estableció una casa en  Saint-Alexis-de-la-Grande-Baie, en Saguenay. El 25 de junio de 1845, el P. Aubert y el sub-diácono Alejandro Taché salieron hacia Red River, al oeste de Canadá. Entre 1845 y 1846 los Oblatos predicaron cerca de 100 retiros que duraban de algunos días a cuatro semanas cada uno.

Muchos Oblatos franceses llegaron a Canadá en esa época. Por mencionar a algunos: Juan Francisco Allard, Nicolás Laverlochère, Alejandro Augusto Brunet, Eugenio Bruno Guigues, Pedro Aubert y Andrés Garin. A su llegada, algunos de ellos aún no habían sido ordenados sacerdotes.

Durante su estancia en Longueuil, los Oblatos tuvieron un papel importante en la fundación de la comunidad de las Hermanas de los Santos Nombres de Jesús y María. La fundadora, Eulalia Durocher, era hermana de dos Oblatos, Eusebio y Flavián, quienes hicieron su noviciado en Longueuil. El Padre Adrián Telmon fue el director espiritual de Eulalia Durocher mientras estuvo en Beloeil. A fines de octubre de 1843, la fundadora y dos postulantes comenzaron su formación espiritual bajo la dirección el P. Juan Francisco Allard.

A pesar de la importancia que el Superior General atribuyó a Longueuil, confirmada en sus escritos como evidencia, la administración provincial, en su reunión del 13 de septiembre de  1851 decidió vender la propiedad a la fábrica en Longueuil. El título de venta no fue firmado sino hasta el 13 de julio de 1854. En 1848, por sugerencia del Obispo Ignacio Bourget, los Oblatos decidieron establecerse en Montreal, en una área pobre del suburbio conocido como Sainte-Marie o suburbio de Quebec, donde abrieron una capilla pública dedicada a Saint Peter the Apostle. Esta sería la casa principal de los Oblatos en el este de Canadá hasta 1951.

Normando Martel, o.m.i.