En su correspondencia con Carlos de Forbin-Janson en 1814-1816 Eugenio de Mazenod habla de los Misioneros de Francia y dice que quiere él también unirse a ciertos sacerdotes para predicar misiones en lengua provenzal, pero no usa la expresión Misioneros de Provenza. Esta no aparece tampoco en la súplica a los vicarios capitulares de Aix el 25 de enero de 1816.

En Saint-Laurent-du-Verdon, en noviembre de 1818, da no obstante por título a las reglas que redacta: “Constituciones y reglas de la sociedad de los Misioneros de Provenza”. El texto francés definitivo de 1824-1825 sobre el que se hizo la versión latina no tiene título, pero el artículo primero empieza así: “El fin del Instituto de los Misioneros llamados de Provenza”.

Este nombre correspondía exactamente al objetivo de la sociedad: formar una comunidad de sacerdotes diocesanos para la evangelización de Provenza. Por lo demás, debió de acudir espontáneamente al espíritu del Fundador que conocía a los Misioneros de Francia.

Los Misioneros conservaron ese nombre hasta el verano de 1825. Entonces lo cambiaron por el de Oblatos de San Carlos.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.