Nacimiento en Bossieu (Isère) el 25 de marzo de 1833
Toma de hábito en N.-S. de l’Osier, el 9 de mayo de 1851
Oblación en Montolivet, el 17 de febrero de 1858 (nº 451)
Muerte en Autun, el 3 de febrero de 1871.

José Moiroud nació en Bossieu, diócesis de Grenoble, el 25 de marzo de 1833. Inició el noviciado en Nuestra-Señora de l’Osier el 9 de mayo de 1851 e hizo su oblación perpetua en Montolivet, el 17 de febrero de 1858.

Tras su primera oblación fue enviado a Nuestra-Señora del Buen Socorro, donde quedó hasta 1856. El superior, P. Martin, habla a menudo de él en su correspondencia. Primero lo encuentra muy joven y dice que es buen cocinero, pero que no le gusta el azadón ni la escoba. El 1 de enero de 1855 el superior escribe al P. Casimiro Aubert: “El hermano Moiroud está siempre obsesionado con sus ideas de cambio. En el fondo, creo que este joven sufre por verse en el rango de simple hermano, y no le disgustaría subir más arriba. Es bastante inteligente y tal vez porque mira un poco por encima de la sartén y la marmita se forja castillos en el aire. Por lo demás, desempeña muy bien su empleo y sus deberes de regla y yo lamento mucho que se deje absorber por semejantes ideas”. El 25 de noviembre de 1856 escribe de nuevo el P. Martin al P. Aubert: “El hermano Moiroud es un joven bastante sensato y bastante regular en su conducta. No carece de aptitudes para los trabajos manuales y sobre todo está bastante al corriente para preparar una cocina como la nuestra. Si fuera puramente laico, yo lo encontraría bastante perfecto, pero en el aspecto religioso deja bastante que desear. Su educación en ese punto falla por la base, es decir, no se le ha cuidado suficientemente en el noviciado […] No ama su posición subalterna. Querría algo más…”

Al dejar Buen Socorro, el hermano estuvo destinado en Aix, en Marsella donde hizo su oblación perpetua en 1858, y luego en Nuestra-Señora de l’Osier donde se halla en 1860. Después de 1862 reside en Autun, primero en la casa de San Juan y luego en el escolasticado del Sagrado Corazón. “Estaba en este lugar, leemos en su breve nota necrológica, cuando vino la horrible invasión de las hordas garibaldinas [durante la guerra franco-alemana de 1870-1871]. En aquellos días terribles y desastrosos, dio a su superior la prueba más manifiesta de su valerosa fidelidad y de su abnegación, permaneciendo junto a él y asistiéndolo lo mejor que podía, a pesar del peligro inminente de contraer la viruela que diezmaba a los garibaldinos acuartelados en la casa. Murió en el campo de honor [el 3 de febrero de 1871] segado por esa horrible enfermedad a la que había mirado de frente, la cual sólo se le había presentado como una ocasión decisiva de pagar a Dios y a la Congregación su deuda de gratitud y de generosidad”.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.