Nacimiento en Bordighera (Italia) en 1820
Toma de hábito en N.-S. de l’Osier el 20 de marzo de 1846
Oblación en Marsella el 21 de marzo de 1847 (nº 172)
Ordenación sacerdotal en Marsella el 18 de septiembre de 1847
Dispensa de los votos el 2 de octubre de 1848

Juan Bautista Molinari nació en Bordighera, diócesis de Ventimilla en 1820. Comenzó el noviciado en Nuestra-Señora de l’Osier el 20 de marzo de 1846 y, a causa de la salud, lo terminó en el seminario mayor de Marsella, donde hizo la oblación el 21 de marzo de 1847. En el consejo general tenido el 20 de febrero anterior, hubo dudas para su admisión. Dice el informe de la reunión: “No se pueden negar buenas cualidades a este joven: una conducta bastante regular durante el noviciado, franqueza de carácter, docilidad en la voluntad y finalmente talentos más que ordinarios. Pero por otro lado hay elementos que contrarrestan esa parte favorable: un exterior descarado y poco eclesiástico, ciertas costumbres tomadas del mundo, que aunque no afecten a la conciencia son opuestas al estilo de delicadeza y de reserva que exige el estado religioso y, por encima de todo, ciertas ideas bastante atrevidas y principios carbonarios en materia política…” Se encarga al P. Tempier que obtenga explicaciones del novicio y que comunique el resultado al Fundador.

El escolástico había terminado ya su teología en Italia. Mons. de Mazenod le ordena sacerdote el 18 de septiembre de 1847 y lo envía como profesor a Ajaccio, donde los defectos indicados en el noviciado no hacen más que empeorar hasta el punto que, a los dos meses, el P. Juan José Magnan debe alejarlo del seminario y enviarlo a Vico. Pide al P. Antonio Rolleri que le dé ocupación. Debe de tener algunas cualidades, escribe, puesto que se lo ha aguantado en el noviciado y en el seminario de Marsella “fumando, bebiendo, aventurando a veces ciertas propuestas radicales y durmiendo tranquilamente por la mañana, algo rebelde a la regularidad…” Desobedece gravemente al P. Rolleri que, en enero, lo devuelve a Ajaccio. Puesto al corriente de la situación, Mons. de Mazenod el 10 de febrero de 1848 le envía una carta paternal pero muy firme, suplicándole que vuelva al orden y se impregne del espíritu de su estado.

En febrero y marzo de 1848 el Padre está enfermo. El médico diagnostica un comienzo de aneurisma. El P. Magnan se aprovecha de ello, en abril, para remitirle a Marsella. Mons. de Mazenod lo confía primero al P. Hipólito Courtès en Aix, y luego al P. José Alfonso Martin en N.-S. de Lumières. Allí, tras unas semanas, el P. Molinari pide la dispensa de los votos que le es concedida por el consejo general el 2 de octubre de 1848. El secretario general da los siguientes motivos: Según una carta del P. Martin “es evidente que el P. Molinari no se ha corregido nada de los defectos que se le han reprochado en las diversas casas de la congregación por las que ha pasado ya. Es siempre el mismo, ligero en toda su conducta, inconsiderado en sus palabras, de una osadía chocante en sus opiniones, sin medida, sin regularidad; ahora bien, como esos defectos lo vuelven nocivo en una comunidad, habría bastante motivo para provocar contra él una sentencia de exclusión. Pero ha tomado él mismo la delantera y ha ido expresamente a Marsella para pedir la dispensa de sus votos […] Después de haber deliberado detenidamente, el consejo concluyó que había razón para otorgar al P. Molinari la dispensa que solicita, aunque habría merecido ser tratado más severamente lanzando sobre él una sentencia de expulsión”.

El 22 de enero de 1849, el abate Molinari volvió a Marsella para pedir su reintegración, que le fue denegada por el consejo general.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.