Nacimiento en Lyon (Ródano), el 18 de enero de 1829.
Toma de hábito en Notre Dame de l’Osier, el 13 de febrero de 1850.
Oblación en Marsella, el 17 de febrero de 1851 (nº 299).
Ordenación sacerdotal en Marsella, el 26 de junio de 1853.
Dispensa de votos, el 26 de junio de 1862.

Jean Marie Richard nace en Lyon el 18 de enero de 1829. Comienza su noviciado en Notre Dame de l’Osier el 13 de febrero de 1850 y hace su oblación en presencia del padre J.J. Lagier, en Marsella, el 17 de febrero de 1851. En su carta al Consejo General en que proponía a este hermano para la profesión, el padre Santoni, Maestro de Novicios, escribió: “Tiene mucha piedad, una virtud bastante sólida; ha dado muestras inequívocas de la más grande adhesión a su vocación, puesto que al ser hijo único, ha dejado a sus padres y ha resitido con generosidad a las muchas y grandes solicitaciones que se le hicieron”.

Tras dos años de teología en el Seminario Mayor de Marsella, es ordenado sacerdote el 26 de junio de 1853. Según sus cartas y las de Mons. de Mazenod, parece haber trabajado bastante en Aix en 1853-1856, en el Seminario Mayor de Ajaccio en 1857-1858, en Notre Dame de Cléry en 1858-1859 y, de nuevo, en Aix en 1860-1861. Por causa de “disgustos” que ocasiona en esta última comunidad, se le envía de profesor a la escuela eclesiástica de Vico, Córcega, en 1860-1861. El superior no tarda en quejarse. El Consejo General, en sesión del 26 de junio de 1862, decide dispensarle de sus votos por los siguientes motivos: “Faltas más graves, le fueron imputadas hace un año. Por consideración hacia su alma, nunca se le expulsó. En lugar de conducirse en adelante como religioso ejemplar, se ha mostrado arrogante, intratable. Aunque no se le puede reprochar nada nuevo en lo de antes, no hay razón suficiente para dispensarle de sus votos, considerando que está a cargo de la Congregación porque que no puede ejercer el ministerio en ninguna parte y que su caracter le hace imposible para una casa de estudios; considerando entonces que este sujeto puede comprometer diariamente la Congregación por una conducta frívola e irreflexiva; considerando también que este sujeto tiene en su familia medios de subsistencia… el consejo se inclina por la dispensa”.

Yvon Beaudoin, o.m.i.