POSTULACIÓN GENERAL

Con motivo del Aniversario de los inicios de nuestra Congregación, el 25 de enero de 2022 la Casa General se embelleció con dos cuadros de nuestros grandes Oblatos.


P. Diego Saez Martín, OMI

Se encuentran en el vestíbulo delante de la escalera principal, un lugar estratégico, ya que une la capilla con el pasillo que lleva a la sala de comunidad y al Escolasticado Internacional Romano y, por el otro lado, al Refectorio de la comunidad y al ingreso habitual. En definitiva, estamos en el corazón de la casa.

Uno de los cuadros está dedicado a Eugenio de Mazenod y el otro a José Gerard. Los cuadros impresionan por sus grandes dimensiones, unos 130×165 cm y están firmados («G. D. »), que hacían necesario ubicarlos en un muro lo suficientemente grande para poder contemplar su belleza, pues son de gran calidad artística. Fueron donados a la Postulación general por la comunidad de los Oblatos en Cagliari (Cerdeña), aunque originalmente fueron hechos para la iglesia de Maddaloni, Italia, que los oblatos dejaron hace algunos años, momento en que fueron trasladados por los oblatos a la de Cagliari (Cerdeña, Italia).

Según indagaciones de la postulación, el autor es el napolitano Gennaro Dinacci que perfeccionó su formación técnica y artística con el estudio de los grandes maestros de la pintura en los años en que trabajó en el Museo Nacional de Capodimonte y en el Palacio Real de Caserta y como restaurador de obras de arte con Superintendencias de Nápoles, Caserta y Salerno. En la actualidad tiene un taller-laboratorio en la provincia de Fondi-Sperlonga.

La historia de estos cuadros está vinculada al P. Ottorino Casarotto, quien fue párroco de Maddaloni durante 18 años. Dinacci había restaurado ya algunos lienzos de la iglesia. La relación con el P. Ottorino lo condujo a un profundo cambio espiritual y, como agradecimiento, expresó el deseo de hacer algo por la iglesia. Ottorino le sugirió que pintara un cuadro grande del Amor Misericordioso, aún hoy presente en la iglesia de Maddaloni.

En ese momento, Dinacci pasó por una serie dramática de cirugías que lo llevaron al borde de la muerte. El P. Ottorino, que fue a darle los últimos sacramentos, le dijo en oración al Señor que si su pintor moría ya no habría tal pintura en su honor.

La Providencia del Señor tuvo a bien que se recuperara y, así, Dinacci pudo pintar el cuadro. Fruto de esta relación entre oblatos y pintor nacieron estos dos cuadros que hoy pertenecen a la Postulación General y que todo visitante podrá disfrutar en la Casa General.